Por diversas razones que son muy conocidas por los dirigentes de nuestro sector, las entidades de la Economía Solidaria tienen empañado su prestigio ante la población en general.
Los que conocemos los sistemas de organización que las rigen, sabemos muy bien de sus beneficios y los Principios y Valores que guían su accionar, como también conocemos a una enorme cantidad de mujeres y hombres que practicando el bien común, hacen un culto del cumplimiento de los principios éticos porque los practican.
Pero también sabemos la gran necesidad que existe de depurar al sector, impidiendo definitivamente que la figura mutual sea utilizada para fines ajenos a su naturaleza y a sus objetivos.
La mala utilización del sistema, es algo que casi siempre ha ocurrido en nuestro país, que si bien se trata de poca cantidad de casos, comparado con el total de entidades, han sido y son suficientes para que trasciendan y lesionen la reputación de todas las mutuales.
En la nueva etapa en que está el Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social debido a la renovación parcial de las autoridades de su Directorio, cuya mayor incidencia la constituye el nuevo Presidente, que como es sabido, es un funcionario de carrera, avezado conocedor del sistema, y no un político que desconoce los principios éticos y los valores que tiene el sistema. También es muy importante que se avance con todos los Organismos de contralor de los servicios que prestan las mutuales, para que sepan quiénes somos, ya que a diferencia de administraciones anteriores, no solamente no han sabido de qué se trata, sino que respondieron a intereses totalmente ajenos a los objetivos de las organizaciones de la Economía Solidaria.
Todo esto alienta la esperanza de que además de apoyar el desarrollo del sector, y con ello, el del país, fomentando y potenciando el aporte que son capaces de realizar nuestras entidades, como ya se está comprobando, es de esperar que se haga la depuración del sector con el máximo rigor, porque es una obligación irrenunciable.
Muchas veces se adjudican los males que padecen las mutuales exclusivamente a factores externos al sector, sin tener en cuenta, que el mal mayor está en las malas prácticas que se realizan en algunas entidades que han funcionado amparadas por la indiferencia de quienes deben controlarlas.
Lamentablemente este tipo de comportamiento no es una excepción en nuestro país, ya que está plagado de transgresores en casi todos los ámbitos, tal vez debido a una sociedad que ha hecho de las malas prácticas una cultura, que por lo habitual, ha transformado lo que no es ético, en normal.
Pero por las virtudes del mutualismo, debiéramos mantenerlo alejado de toda sospecha, y para eso, no debe permitirse que nadie haga mal uso de esta noble figura jurídica que ha sido creada para llevar a cabo a través del esfuerzo propio, la ayuda mutua y la solidaridad institucional, la solución de los problemas individuales que puede padecer cada uno de sus miembros.
Es esencial que los buenos ejemplos sean tomados y derramados en la sociedad, para lo que deben darse desde quienes desempeñan los cargos públicos y privados de máxima responsabilidad. Y por ello, anhelamos que ningún funcionario ni dirigente, se sienta agobiado y menos aún vencido ante los transgresores que entorpecen la construcción permanente del bienestar de la sociedad.
Pero todo esto, debe acompañarse desde las propias entidades, y si eso fuera posible, consensuada con una dirigencia mutual que debe unirse, aunque sea para tratar este importante tema. Porque como ocurre en todos los ámbitos, no somos todos malos y tampoco todos buenos.
El mutualismo genuino, hasta el que todavía no se ha federado, está haciendo patria con cada una de sus acciones. Este “tomar parte y hacerse cargo” es una necesidad del sector que espera que se discuta el tema entre la dirigencia. Mientras tanto desde la base se realizan acciones para lograr una mejor convivencia, varias de ellas promovidas desde estas páginas, como realizar Prevención de Adicciones; otorgar la Distinción al Alumno Solidario; crear la Casa de Mayores; etc. Sin embargo aún nos faltaría como sector humanista, manifestarnos públicamente con nuestra voz tomando una posición clara, en todos los temas que afligen a la humanidad, porque nada de eso nos debiera ser indiferente, como son el hambre; la pobreza; las energías renovables; el terrorismo; el narcotráfico; las adicciones de todo tipo; la contaminación del planeta; las migraciones forzadas; los conflictos bélicos, etc., y superar el silencio que hubo, por ejemplo, ante el atentado a la mutual AMIA.
Propiciamos que el sector se exprese sobre estos temas para hacerlo más visible y comprometido con causas que también importan a la humanidad.
Mundo Mutual estará presente como lo está siempre, por ejemplo, cuando se dicta una disposición que afecta a las mutuales, como es actualmente el caso de la ANSES que ante un pequeño aumento en la cuota social, obliga hasta a las pequeñas mutuales a comunicarlo por carta a los asociados, a veces con un costo difícil de pagar para las mismas, desestimando que para realizarlo debe ser previamente aprobado por una asamblea de asociados que es soberana. Y así tantas otras arbitrariedades que dificultan la tarea de las entidades y que se trasuntan en un perjuicio en el objetivo principal que es brindar los servicios que los asociados solventan con su propio esfuerzo, y que a la vez, evitan que se recurra al Estado, haciéndole ahorrar el costo de los mismos.
Hacer visible al sistema, además de obrar con transparencia, que es fundamental, también es comprometerse tomando una posición clara y decisiva ante las anormalidades que pueden cometerse utilizando el nombre de mutual.