Si bien América del Sur descendió en los índices de pobreza extrema del 7 al 6,1% en la última medición anual, lo que equivale la reducción de 3,5 millones de personas subalimentadas, esta cifra supera en 6 millones los niveles de 2019, previos a la pandemia.
Los datos fueron revelados durante la reciente Conferencia Regional organizada por la FAO -organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura- en la República Cooperativa de Guyana, adonde participaron referentes del sector.
Uno de ellos es Pablo Barberi, subgerente de la Cooperativa Obrera, entidad centenaria que agrupa a más de dos millones de consumidores asociados a través de 147 sucursales, ubicadas en 71 localidades de 7 provincias. Sus locales pueden encontrarse en grandes ciudades como La Plata, Bahía Blanca o Neuquén, y en pequeños pueblos como Guatraché, Benito Juárez o Chimpay.
Esa cercanía con las comunidades, que participan de manera directa en la empresa cooperativa , es la base de un modelo valorizado precisamente por la FAO para hacer frente a los desafíos que deben afrontar en conjunto actores públicos y privados en el ámbito agroalimentario.
“En la Conferencia Regional participamos como parte de la economía privada, en la cual el cooperativismo destaca porque resuelve las necesidades basado en principios y valores y eso lo hace más sostenible que otros modelos”, señaló Barbieri, quien acompañó en la representación sectorial al director de la regional americana de la Alianza Cooperativa Internacional, Danilo Salerno.
Allí se reunieron durante tres días ministros y altos funcionarios de los Estados miembro de Naciones Unidas en el continente. Además de trazar un diagnóstico preocupante sobre el hambre y la malnutrición, plantearon las líneas de acción prioritarias para el próximo bienio.
Abastecimiento local y modelo cooperativo
Barbieri pudo corroborar en la Conferencia Regional de la FAO que los indicadores están muy alejados de los objetivos que planteó la ONU para el 2030: “La pandemia significó un retroceso y, si bien el último año hubo una mejora, estamos todavía en niveles muy superiores a los objetivos de la Agenda 2030 de la ONU como la erradicación del hambre.”
Esto ocurre en una región “donde se produce una parte muy importante los alimentos para todo el mundo”, lo cual revela una gran “inequidad e injusticia social” en la distribución y acceso por parte de distintos segmentos de la población, sobre todo aquellos en situación más vulnerable.
Ahí es precisamente donde las cooperativas pueden ofrecer resultados más rápidamente, y es lo que demuestra un estudio que realizó la FAO con la experiencia de abastecimiento local de la Cooperativa Obrera.
La investigación será presentada este jueves en el Centro Cultural de esta entidad en Bahía Blanca, que es además la Capital Provincial del Cooperativismo e integra la Red de Municipios Cooperativos. Estarán presentes funcionarios de la FAO Argentina y de la Región Latinoamérica y el Caribe , autoridades políticas locales y el presidente de la Alianza Cooperativa Internacional, Ariel Guarco, entre otras figuras.