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La destrucción sectorial

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Domingo Godoy
Domingo Godoy
Contador Público Nacional y Perito Partidor, UNC Maestría en Educación en la UM. Especialización FUNDACIÓN KONRAD ADENAUER en Alemania y Diplomado Especializado en Descentralización y Desconcentración en el Institut Internationale D’Administration Publique (I.I.A.P) de Francia. Ex Director del INAES (Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social). Ha realizado publicaciones sobre Economía Política y es autor del "Manual de Economía Social". Ha publicado documentos de esta especialidad.

¿Responsabilidad propia o ataque ideológico?
La transparencia de lo solidario

Debemos reconocer diariamente -como extraordinario- la actitud solidaria. Es bueno que se haga “carne” su presencia en lo social, pero que sea carne para ser vivida e imitada en forma comunitaria y no solamente para ser observada. Rescatamos la actitud del voluntariado. Pensamos en todo tipo de voluntariado: el de nuestras instituciones de la economía social; el profesional; en los cientos y miles de miembros de entidades intermedias sin fines de lucro de nuestro país…

Lo voluntario, lo solidario está vinculado o relacionado con el mundo real.  En este momento de nuestro planeta, en el que la virtualidad cobra importancia y es aceptada, debe llamar la atención la adhesión personalizada. Para circunstancias inesperadas y los eventos dificultosos, los cruentos, graves, catastróficos, es requerida y aceptada, la presencia física, la entrega personal, la tangibilidad de los actores…La realidad reclama de personas humanas palpables, con acciones, entregas, decisiones, responsabilidades, razonamientos, autocontroles, pero sobre todo con presencia física.

Conspira contra la presencia, contra la acción y contra la formación de lo solidario, diciéndolo sin orden prioritario:

  1. el egoísmo,
  2. la comodidad y
  3. ante la ausencia de la preocupación, participación y presencia ciudadana, el estatismo.
  4. la corrupción
  5. la falta de credibilidad
  1. EL EGOÍSMO

He ahí que el avance de la vida auto satisfactoria y materialista debilita la convocatoria y deseo de incorporarse a las filas del voluntariado.  Se nota una merma o inacción para ejecutar el bien común y una inoperatividad para los momentos posteriores a las calamidades.

Se sabe que, en las circunstancias desfavorables es posible que resurjan las necesarias instituciones intermedias, las del Tercer Sector, ambiente indispensable de la vida social, óptimo para un crecimiento armónico con paz social. Si bien se observan mayores cantidades de instituciones intermedias, cooperativa y mutuales constituidas, la realidad es que su desarrollo, su vida activa, el cumplimiento de los objetivos ha sido pobre.

La irresponsabilidad e inacción en lo socio-económico conducen al individualismo despersonalizado, egoísta y promotor de la desigualdad e injusticia por un lado y al intervencionismo estatal descontrolado por otro…de ahí al aprovechamiento por parte de los corruptos hay un paso.

Pero hay tanto egoísmo suelto que parece que lo que debería hacerse en forma común, lógica, pasa a ser extraordinario.

También está mal entendida la idea de que estaría bien hacer cosas malas porque todo el mundo las hace. Lo común no es equivalente a lo bueno.  Como dice Chesterton: “Lo correcto es lo correcto, aunque no lo haga nadie. Lo que está mal está mal, aunque todo el mundo se equivoque al respecto”.  robar es quedarse con lo de otros: aunque lo legalice el órgano Estatal. Está mal.

El actor individual solidario; el bombero; CARITAS; Boy scout; voluntariado de CONIN; miembros de Federaciones y Confederaciones, dirigente y socios mutualistas o cooperativistas; vecinalista; etc. cotidianamente enfrentan circunstancias inesperadas y salen a poner su dedicación, su voluntad, su tiempo, su vida. Dejan las suyas por otra vida: su familia sus hijos, su trabajo regular. Es extraordinario, pero lo hacen ordinario y el común de la gente lo ve como normal y encima, por eso no le pagan. Pasa inadvertidamente, se lo mira, pero no se lo ve.  Es transparente, es invisible a lo cotidiano hasta que se muestra el aspecto traumático.

Reaccionamos ante la –publicitada- violencia de los hechos, a lo cruento de los desenlaces, a lo doloroso de las circunstancias… como asombrados espectadores, con presencia efímera. Los protagonistas de enfrentarlos viven situaciones tensas, estresantes, arriesgadas en grado sumo, muchas veces resueltas con eficacia y armonía. Esa resolución no se la meritúa adecuadamente la más de las veces. El esfuerzo para encontrar o implementar soluciones no traumáticas no es considerado Por eso también no se valora el esfuerzo conjunto para suavizar los rigores del individualista mercado.

  • EL ESTILO BURGUES

La burguesía tiende a mantener el statu quo; no salirse de la regularidad porque es afín con la comodidad. Por esto la decisión o aceptación de una actividad que genere sorpresas, que requiera e abnegación, que sea relacionada con lo inesperado, será rechazada por el statu quo es opuesto a la creatividad…

“…la palabra burgués…hay en ella un algo de comodidad, de ausencia de heroísmo, de preocupación por el bienestar material, de desinterés inconfesado por la suerte de los demás… denota …, una resignación impotente a limitarse a los valores más bajos y más elementales del propio yo.”[2]

  • LA PRESENCIA DEL ESTADO

Por todo esto se ha venido dando al crecimiento del Estado como principal ente ocupado de lo social. Esto da disminución cuali cuantitativa de la participación ciudadana en el Tercer Sector. Se da una perversa subsidiaridad inversa. Hemos visto que el estatismo intervencionista mata y entorpece el camino de búsqueda de soluciones propias de las vidas sociales compartidas, solidarias, participativas dentro del ámbito privado.

  • LA CORRUPCION

Estos hechos, al igual que el de la corrupción dirigencial conspiran sobre la credibilidad y viabilidad de las figuras de entes intermedios sin fines de lucro, de entes dedicados en forma solidaria, pero permanente al bien común.

Las dudas de la población se focalizan también en la legitimidad de la representación y en la veracidad del accionar. Los subsidios con destinos inexplicables de sumas inmensas abonan esas dudas.

Los desatinos obrados en nombre de la economía social, de la caridad o de la solidaridad en forma abusiva y deshonesta, han perjudicado las figuras sociales, la oportunas y legitimas propuesta de la Doctrina Social de la Iglesia –entre otras- y la posibilidad de aplicar conceptos provenientes de la misma. La justicia social, indispensable para el orden social, es desatendida y repudiada, remarcando los abusos. Sin duda que el abuso del término “doctrina” o “justicia social”, acompañado de empobrecimiento poblacional creciente y enriquecimiento dirigencial no es un fórmula o meta tentadora para quienes quieran hacer el cambio para el bien.

  • RESCATANDO POSIBLE SOLUCIONES…ADVERTENCIAS
  • Decimos que hay que dominar el ser, manejar la voluntad, para ser SOLIDARIO…Lo voluntario -que es una virtud- se suma a lo SOLIDARIO que es otra virtud. Lo solidario no va con lo burgués.
  • Promover el raciocinio en la vida y no la reacción alocada. Lo anárquico no favorece ni al anarquista. El desorden solamente colabora con el desordenado …y momentáneamente.
  • Para nuestro sector la presencia en asambleas, las rendiciones de cuentas a los asociados y a los órganos de contralor, la asistencia en Consejos o comisiones, las propuestas clásicas y creativas y la vida social es indispensable. Muchas veces, como la historia lo muestra se debe ver para sentir. El “no” a tiempo delata o combate al socio delincuente y oportunista. Participación, transparencia, dialogo, comunicación societaria, aporte de todo tipo, visión a futuro, respeto …son elementos a seguir defendiendo o rescatando.
  • Son los dirigentes de los cuerpos colegiados, económicos, sociales, políticos, etc. los que se supone deben conducir con vocación, honestidad, solidez, desinterés personal, determinación, visión clara y fortaleza esta restauración. La credibilidad es un componente extraeconómico, pero primordial para el funcionamiento de la economía.[3]

La libertad sin límite es un iceberg. Dejar hacer, dejar pasar es una película que vimos y la estamos sufriendo a todo nivel desde hace más de dos siglos. Es un error deslumbrarse por lo “brillos de lo que flota en el agua”. La apariencia de belleza de la libertad absoluta, por ejemplo, o de la destrucción del Estado entendiendo que se conduce a la felicidad de la población, es una muestra frágil y temporaria de una perversa base oculta. Denigratoria, destructiva, antinatural, ladrona, inhumana.  Bajo la línea del iceberg se encuentra la explotación, la desigualdad, la lucha de clases y el materialismo.


[1] Todas las cosas consideradas …por G.K. Chesterton | Buenas lecturas (goodreads.com)

[2] LOPEZ-AMO, Ángel. BURGUESIA Y ESTILO BURGUES. Publicaciones del Estudio General de Navarra. VIII. Pamplona. 1956. pág. 8

[3] DOMINGO R. GODOY. https://www.economiasolidaria.com.ar/la-crisis-mas-dificil-de-superar/.


 [PB1]no se entiende bien

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