Editado por Dunken
El tema convocante es una exploración para viabilizar una sociedad-mundo desde una perspectiva diferente. Se trata de incorporar el ordenamiento glocal como un enfoque de interacción dialéctica entre los niveles local y global. Dicho criterio se presenta como un razonamiento universal y transversal para los procesos de desarrollo. Los aspectos éticos y culturales se acreditan para vertebrar esta idea, dentro de un ambiente de convivencia democrática. Se incluye un amplio espectro de contexto, diagnóstico y distintas alternativas en marcha. Tienen centralidad el complejo agroalimentario, la escala productiva y la sostenibilidad sistémica. La localización y relativa autonomía producción-consumo resultan inherentes al paisaje. Las transformaciones radicales contienen rasgos de relocalización, desconcentración y descentralización de componentes humanos, políticos y económicos. También se describe un caso real, para ejemplificar el contenido multiescalar de los emprendimientos locales. El escrito incluye objetivos de cooperación y libertad, con seguridad alimentaria y ambiental.
Tomás Loewy nació en Rivera, provincia de Buenos Aires (Argentina), en 1944. Transcurrió su infancia y adolescencia en un establecimiento agrario y se graduó como ingeniero agrónomo (1972) y magíster en Ciencia del Suelo (1979) en la Universidad Nacional del Sur (Bahía Blanca). Realizó estancias de corta duración en centros científicos de Austria e Inglaterra (1999) y aprobó un curso de posgrado de Economía Ecológica (UBA) en 2007. En 2012 a 2015 cursó las materias de un magíster en Sociología, en el Depto. de Economía (UNS). Desarrolló su trabajo profesional sobre fertilidad de suelos y nutrición vegetal (1975/2011) en la EEA Bordenave (INTA). Publicó numerosos trabajos científicos y de divulgación, y dictó y organizó seminarios. Actualmente participa en grupos de progreso territorial y coordina una página web bajo el lema «Proyecto de país».
Es imperativo bajar drásticamente la huella ecológica mundial para disminuir el sobregiro que se inició en 1970. Un aporte sustantivo consiste en instrumentar coordenadas de equidad y localización agroalimentaria a escala humana: todo dentro de una táctica glocal y de sostenibilidad sistémica.