La Confederación Empresarial Española de la Economía Social (Cepes) mostró la fuerza de este modelo empresarial durante la celebración de su XXX Asamblea General.
Así se puso de manifiesto durante este acto, que se celebró en el Auditorio Beatriz de Madrid con más de 150 asistentes del ámbito de la economía social, personalidades de la política, la economía y la sociedad civil.
La jornada contó con las intervenciones, además del presidente de la entidad, Juan Antonio Pedreño; de la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, que participó vía telemática; de la directora general del Trabajo Autónomo, de la Economía Social y de la Responsabilidad Social de las Empresas del Ministerio de Trabajo y Economía Social, Maravillas Espín; y del presidente del Consejo Económico y Social (CES), Antón Costas.
Durante el acto se pusieron de manifiesto cuatro factores que marcarán el contexto de la economía social en España en los próximos años: el Plan de Acción de la Economía Social Europea, los Fondos Estructurales 2021-2027, la Estrategia Española de la Economía Social y el Perte de la Economía Social y de los Cuidados. Este último será presentado este viernes por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
Juan Antonio Pedreño valoró el acceso a los Fondos Estructurales, tanto FSE como próximamente FSE+, para el que Cepes ha sido ya nombrado organismo intermedio; así como el acceso a los Fondos de Recuperación, Transformación y Resiliencia a través del Perte de la Economía Social y Economía de los Cuidados como “oportunidades de presentar proyectos innovadores que mejoren la competitividad de nuestras empresas y que permitirán que la economía social cambie de escala”.
También recordó la necesidad de desarrollar políticas y medidas que mejoren las cualificaciones de los trabajadores, “fundamental” en el Plan de Modernización de la Formación Profesional; así como de medidas que impulsen la transformación industrial y fortalezcan las comunidades locales. Además, reivindicó la necesidad de que estas políticas vayan acompañadas de presupuestos tanto a nivel estatal como europeo y de oportunidades para invertir.
Por otro lado, la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, afirmó que “una de las armas más poderosas para combatir la desigualdad es la economía social, núcleo de un ecosistema empresarial sostenible, justo e inclusivo”.
Durante su intervención, la ministra hizo un repaso a las distintas políticas y programas del Ministerio que “contribuirán a propiciar un salto cualitativo en el sector”. Por un lado, apuntó a la elaboración y puesta en marcha de la nueva Estrategia Española de Economía Social, que “permitirá afrontar retos como la renovación generacional y de género, la transformación verde y digital o la reducción de disparidades regionales”.
Por otro lado, Díaz destacó que el aterrizaje de los fondos ‘Next Generation’ para la economía social a través del Perte de la Economía Social y Economía de los Cuidados, así como el desarrollo del Plan Integral de Impulso a la Economía Social contribuirán a la mayor visibilidad del sector y a su presencia en los departamentos ministeriales.
Por último, destacó la posición de la economía social como uno de los ejes de la presidencia española de la UE en el segundo semestre de 2023, así como los esfuerzos del Ministerio y de la acción exterior del Gobierno “por promover una resolución de la ONU para la economía social y solidaria y el desarrollo sostenible”.
“En definitiva -apuntó- creo que estamos en un buen momento para la economía social y para el despliegue de su potencial transformador a través de empresas comprometidas y de sus organizaciones representadas casi unánimemente por Cepes”
Por otro lado, la directora general del Trabajo Autónomo, de la Economía Social y de la Responsabilidad Social de las Empresas del Ministerio de Trabajo y Economía Social, Maravillas Espín, quien clausuró el acto, reconoció el trabajo de Cepes y Social Economy Europe para que el Plan de Acción Europeo de Economía Social viera la luz en 2021 y recordó algunos hitos significativos conseguidos, como el Comité de Seguimiento de la Declaración de Luxemburgo y la Declaración de Toledo, e hizo referencia a la capitalidad española de la Economía Social, que se materializó en 2021 en Teruel y en 2022 en Santiago de Compostela.
También aseguró que el reto que afronta el Consejo de Fomento de la Economía Social, recientemente renovado, es “pelear la presencia de la economía social en toda la normativa hasta que sea tan natural como la de cualquier otra empresa”.
Espín añadió que la economía social estará presente en la duodécima Conferencia Internacional de la OIT, que reconoce el trabajo decente y la economía social y solidaria como tema central en uno de sus puntos.
Asimismo, explicó que el Plan Integral de Impulso a la Economía Social está dotado con más de 100 millones de euros para afrontar retos como la recuperación de empresas, la digitalización y la transferencia del conocimiento, “todo ello sobre la base de las alianzas”.
La Asamblea también contó con la intervención del presidente del Consejo Económico y Social, Antón Costas, quien reflexionó sobre los desafíos del país y los valores de la economía social a la hora de enfrentar dichos desafíos. “El malestar y resentimiento en las democracias se debe a la pérdida de prosperidad que ha tenido lugar en los últimos años en las ciudades pequeñas y medianas y en el mundo rural, así como por el miedo al futuro y a la digitalización”.
A la Asamblea también asistieron el director general de la OIT en España, Félix Peinado; el director general de la Fundae, Antonio de Luis; representantes de UPTA, ATA, Ciriec, Fundación Bequal y Fundación Juan Vicente Ferrer, La Bolsa Social, Lares Mayores y SpainNAB entre otros; así como los directores de Economía Social en Andalucía, Extremadura, Castilla y León, Madrid y Murcia.
Fuente: lavanguardia.com
