Una medida muy auspiciosa para nuestra salud ha pasado desapercibida, si la comparamos con las publicaciones iniciales, cuando apareció la Covid. La pandemia provocada por este virus ha dejado de ser una emergencia sanitaria internacional desde el 5 de mayo de este año, de acuerdo a los establecido por el Comité de Expertos de la OMS. Han pasado tres años y tres meses (1.191 días) interminables, desde que la Organización Mundial de la Salud (OMS) decretara la alarma, el 20 de marzo del 2020. Durante este lapso, se hicieron 765 millones de diagnósticos y tenemos que lamentar 6,9 millones de muertes, según el recuento oficial, aunque se considera una cifra mucho mayor cercana a los 20 millones de bajas.
De acuerdo a lo expresado por el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus: “La Covid ha cambiado el mundo y nos ha cambiado nuestra vida. Ha sido mucho más que una crisis sanitaria. Ha causado graves trastornos económicos, eliminando billones del producto interior bruto, interrumpiendo los viajes y el comercio, cerrando negocios y hundiendo a millones en la pobreza. Ha causado una grave agitación social, con fronteras cerradas, movimiento restringido, escuelas cerradas y millones de personas que han experimentado soledad, aislamiento, ansiedad y depresión”. Un verdadero panorama infernal expresado en pocas palabras. Y continuó diciendo que: “Mientras hablamos, miles de personas en todo el mundo luchan por sus vidas en unidades de cuidados intensivos. Y millones más continúan viviendo con los efectos debilitantes de la covid persistente. Este virus llegó para quedarse. Todavía está matando y todavía está cambiando. El riesgo sigue siendo que surjan nuevas variantes que provoquen nuevos aumentos en casos y muertes”.
Para entender los alcances de la medida dispuesta, debemos previamente conocer qué es una emergencia sanitaria. Se denomina así a una medida que utiliza la OMS para agilizar decisiones cuando una enfermedad tiene un impacto grave en la salud pública y, a su vez, es inusual e inesperada, con riesgo de expansión internacional, y con capacidad de generar restricción de movimientos de bienes o personas.
Si bien el país miembro no tiene obligación de acatarlas, las medidas sirven para movilizar recursos de forma más rápida, autorizar medicamentos y/o vacunas, con menos trámites o dictar resoluciones que tengan más repercusión en los Estados miembros. Entonces: ¿Qué significa el fin de la emergencia y porque decretarlo ahora?
En relación a este tema, Didier Houssin, presidente del comité de emergencia que ha asesorado a la OMS sobre la alarma, nos dice: “Es cierto que el virus continúa circulando. Es verdad que hay muchas incertidumbres sobre su evolución. Es verdad que todavía hay fallas en la vigilancia, especialmente en los países más vulnerables. Pero la situación ha mejorado considerablemente, con menos mortalidad y más inmunidad, ya sea inducida por las vacunas o por las infecciones naturales. Es hora de cambiar de herramienta. que consiste en generar movilización y reacción, pero que no se adapta a eventos que se convierten en crónicos, como la Covid”. Simultáneamente, se ha difundido otro documento de la OMS que indica una transición de la emergencia de la Covid a una respuesta a largo plazo. Es un programa destinado a continuar reduciendo la incidencia del coronavirus y sus variantes en virtud de prevenir, diagnosticar y tratar el virus para reducir la morbimortalidad y las secuelas, y apoyar a los Estados para una respuesta sostenible. La OMS destaca muy especialmente que el fin de la emergencia sanitaria no significa que la Covid haya desaparecido. Aún continúa siendo una patología nueva, de las que quedan muchas cosas por conocer, como, por ejemplo, las mutaciones que constituyen siempre una amenaza.
Otro punto a tener en cuenta es profundizar los estudios de la Covid persistente, que sigue cobrando vidas y provocando la internación de pacientes en cuidados intensivos. La pandemia pasa ahora a una nueva fase y la OMS deberá designar un nuevo comité para asesorar a los países en su respuesta. La gran incógnita es si habrá nuevas olas. Se considera que está sucediendo, como con otras enfermedades que repercuten de alguna forma en los ingresos a internación, pero ya lejos de afectar al funcionamiento de los hospitales. Según estudios recientes, se considera que el virus no va a ser estacional, sino que puede presentar ligeros repuntes a lo largo del año, afectando, sobre todo, a los muy mayores o inmunosuprimidos.
Continuar con las normas de higiene y aplicarse las vacunas, especialmente quienes se encuentren en mayor riesgo, serán las medidas que deberemos tomar para evitar que el Covid 19 continúe provocando daño.
Ilustración: Matías Roffe
