Jorge Bahl, referente del mutualismo argentino, miembro de la Comisión Directiva de AMEPORT y de la Federación Argentina de Mutuales Ferroviarias y de Empleados Públicos Nacionales, Provinciales o Municipales (FAMUFER), y activo representante de la ESS desde los años 80, habla sobre las actividades en curso y los proyectos a corto plazo.
¿Cómo es la actualidad de FAMUFER hoy y cuál es su agenda?
– FAMUFER está cumpliendo 50 años en 2024. En este momento, contamos con unas veinte mutuales que están ubicadas en distintos puntos del país, sobre todo en Rosario, provincia de Santa Fe. Más allá de las actividades propias de la Federación y de nuestras obligaciones con respecto a las asociadas, estamos trabajando con dos programas vigorosos: uno es el de capacitación, que paulatinamente retomamos porque había tenido una pausa después de la pandemia; el otro es “FAMUFER en red”.
¿Podrías dar detalles y especificarlos un poco?
– El primero es un trabajo que tiene que ver con la demanda que traen las mutuales: nuevas resoluciones y actividades, también lo que llamamos los temas de siempre, donde hay que revisar y reforzar cuestiones habituales y actualizarnos. Luego, lo que significa la red de intercambio de servicios tiene una base sencilla, que es la de compartir los servicios que cada mutual ofrece a sus asociados, los excedente en cada se comparten. O sea, que una mutual comparte un beneficio a otro mutualista adherido a la red.
¿A qué nos referimos con beneficios?
– Se comparten todos, con excepción de ayudas económicas, turismo, hotelería, venta de electrodomésticos, asesoramiento jurídico, contable. Básicamente giran en torno a eso.
Queda todo en casa, por decirlo de alguna manera
– Claro. En definitiva, los servicios de una mutual quedan, en todas las ocasiones, dentro del campo del mutualismo. Esto significa que el beneficio redundará en otro asociado, aunque pertenezca a otra entidad.
¿Podés ampliar un poco lo del proyecto en red?
– Entendemos que es un plan que contribuye a poner en práctica la acción solidaria y cohesionar a las mutuales y a éstas con la Federación. El proyecto va en dirección de la colaboración, la unidad y el crecimiento. Si bien el origen de FAMUFER es de organizaciones ferroviarias, hoy, con el cambio de los estatutos, tenemos la posibilidad de adherir a mutuales de organismos nacionales, provinciales o municipales.
¿Es complejo su armado?
– Algo importante para destacar es que la creación de un proyecto en red cuando lo armás en el escritorio y en los papeles es fácil, ese día estamos todos de acuerdo, pero la puesta en práctica es muy fatigosa, obliga al conjunto a dejar de lado el individualismo para pensar en el grupo. Es una construcción diaria y colectiva de confianza mutua que se lleva a cabo muy de a poco. Hoy un poco para vos, mañana para mí. Ahí la palabra clave es, sin duda, confianza.
¿Se ha avanzado en eso?
– Sí, poco a poco las organizaciones se animan y comienzan a compartir servicios. Por otro lado se acercan a la Federación mutuales que no son ferroviarias y que ya están trabajando muy fuertemente con nosotros.
¿Cómo avizoras el futuro? –
Nosotros decimos que en el mundo de la economía social y solidaria siempre vienen tiempos difíciles. Esto ha siempre así, pero hoy más que nunca. Es necesario estar muy unidos dejando cuestiones coyunturales de lado, trabajando por el bien del movimiento en su conjunto. En algún momento aparece algún funcionario creativo que viene para innovar con ideas que no nos favorecen para nada, como la inclusión del impuesto a las ganancias, etc. Esto ahora se potencia aún más. Por el devenir, por las perspectivas de futuro, tenemos que fortalecer las organizaciones de base, las de segundo y tercer grado, trabajar en conjunto y unificar nuestras acciones, atentos a cualquier agente externo que pueda interferir en nuestra tarea o intentar modificar las normas que hoy regulan a la Economía Solidaria.
