Anisacate es una localidad de la provincia de Córdoba, situada a 7 km de la ciudad de Alta Gracia y cerca de 40 km de la capital cordobesa. Allí nació, en 1953, la Cooperativa de Electricidad, Obras y Servicios Públicos de Anisacate Ltda., que en el mes de agosto estará festejando sus 70 años. La Cooperativa Anisacate no solo abarca a la población que le da nombre, sino también a otras tres localidades: Valle de Anisacate, La Bolsa y Dique Chico, así como a una extensa zona rural. Su surgimiento coincidió con la creciente necesidad de energía eléctrica debido a un cambio en las costumbres de la gente y el avance de los electrodomésticos en la época. En su página web puede leerse parte de su historia:
“Una necesidad ya sentida desde antes por la población de Anisacate, se intensificó a partir de 1950 y creció en lo sucesivo, en razón del aumento de la cantidad de habitantes: la de contar con el servicio de electricidad. Disponía ya del mismo la vecina localidad de La Bolsa, brindada desde hacía tiempo por la Usina que llevaba ese mismo nombre y que pertenecía a una empresa privada.
Fue ante la inminente creación de la empresa EPEC que los vecinos comenzaron a movilizarse con el fin de conseguir el medio de satisfacer la sentida necesidad; en sus deliberaciones llegaron a la conclusión de que el instrumento sería la constitución de una Cooperativa, habida cuenta de que el nuevo ente EPEC, contaba con escasos recursos económicos, que la población de la Villa era poco densa y que la extensión de la línea que debía realizarse era demasiado prolongada”.
Anisacate, Valle de Anisacate, La Bolsa y Dique Chico son los cuatro pueblos CORDOBESES que dependen de la cooperativa
La entrevista realizada al presidente del Consejo de Administración, Carlos Alberto Ríos, refleja la trayectoria de una cooperativa que, si bien ha tenido que atravesar grandes obstáculos, ha podido levantarse y superarse gracias al apoyo de sus socios. Una de esas dificultades tuvo que enfrentar la gestión de Ríos, quien ya lleva más de nueve años en el cargo, habiendo asumido tras una intervención judicial. “La cooperativa estaba en un estado bastante complicado, hubo que rescatarla de alguna manera y nos llevó cerca de cuatro, cinco años, estabilizarla económicamente”, explicó. Se realizaron minuciosas revisiones a los problemas existentes y se implementaron medidas para mejorar la administración como, por ejemplo, buscar proveedores más económicos, arreglar los vehículos en mal estado y adquirir nuevos. Con determinación y austeridad lograron salir adelante. Era necesario “porque los cuatro pueblos dependían de la cooperativa”.
Consultado sobre su motivación para participar en la entidad, Ríos destacó que inicialmente no tenía intenciones de involucrarse, pero las circunstancias lo llevaron a formar parte de un grupo de vecinos comprometidos que buscaba rescatarla. “En mi caso, tuve que aprender de cero, no sabía absolutamente nada. Era una forma de dar una mano al pueblo en momentos difíciles”, manifestó. Sin embargo, su interés y compromiso crecieron con el tiempo, llevándolo a realizar varias capacitaciones y una expertise en balance social. De a poco, el “bichito del cooperativismo” lo atrapó y motivó a continuar contribuyendo al desarrollo y bienestar de la comunidad.
Durante gran parte de su trayectoria, la cooperativa se dedicó exclusivamente a brindar servicio eléctrico. Uno de los principales retos ha sido la modernización y ampliación de la infraestructura eléctrica en una zona extensa que abarca las cuatro localidades. Con líneas de distribución obsoletas y una geografía desafiante, se ha llevado a cabo un ambicioso plan para reemplazar las antiguas subestaciones y actualizar las redes eléctricas. Aunque estiman que todavía queda un 20% de área por cubrir, se espera completar este proceso en los próximos tres o cuatro años.
Además, la cooperativa ha emprendido la implementación de fibra óptica en la región en respuesta a la creciente demanda de servicios de internet de calidad. Algunas localidades, como Anisacate, Valle de Anisacate y La Bolsa, ya cuentan con esta cobertura, reemplazando el servicio deficiente de conexión aérea. Estos avances tecnológicos se han vuelto aún más importantes en la nueva normalidad, ya que muchas personas han adoptado el trabajo remoto y requieren una conexión confiable.
La Cooperativa brinda muchos servicios: electricidad, internet, sepelio, salón de usos múltiples, alquiler de grúas y venta de pilares
Hoy, no solo brinda los servicios de energía eléctrica y fibra óptica, sino también servicio de sepelios, salón de usos múltiples, alquiler de grúas y venta de pilares.
En cuanto a la cantidad de socios, la cooperativa ha experimentado un incremento significativo. Pasaron de tener alrededor de 2.000, hace nueve años, a aproximadamente 8.000 en la actualidad. Este aumento se debe en parte al crecimiento demográfico y a la transformación del lugar en una zona turística y residencial, atrayendo a personas que buscan escapar de las grandes ciudades.
La Cooperativa Anisacate cuenta con alrededor de 34 colaboradores, organizados en diferentes áreas, como redes, administración, contabilidad, atención al público, facturación y otras que se han creado para adaptarse a las necesidades de la entidad. Ríos nos contó que se llevan a cabo reuniones periódicas entre las jefaturas y se promueve la toma de decisiones conjuntas, fomentando la participación de los empleados en su gestión y desarrollo.
Posee 8.000 asociados y una estructura que emplea unos 34 colaboradores en distintas áreas
Durante estos años, se ha buscado cambiar la percepción de ser una empresa que solo brinda servicios a una entidad más participativa y cercana. Ríos comentó que él y algunas colaboradoras habían realizado la diplomatura en Balance Social, ya que consideran necesario poner en valor no solo el aspecto económico sino también el social y comenzar a medir el impacto que generan las acciones de la cooperativa en la comunidad. “Queremos participar más en las escuelas, en los centros vecinales y merenderos. La apertura del salón de usos múltiples ha permitido organizar eventos y actividades que fomentan la interacción entre los socios y la cooperativa”. Además, se han implementado mejoras en la atención al público y en los canales de comunicación, como el envío de facturas por correo electrónico y la realización de trámites a través de la página web.
La visión de la cooperativa es ser una entidad participativa y cercana al asociado, desarrollando acciones de impacto positivo para la comunidad
Mirando hacia el futuro, los objetivos a corto plazo son finalizar las redes eléctricas y a mediano, consolidar la infraestructura de fibra óptica. Desean llevar sus servicios a un nivel de excelencia y seguir adaptándose a las necesidades cambiantes del contexto. A largo plazo, la cooperativa no tiene límites en términos de crecimiento y desarrollo. Sostuvo que esto “dependerá del ingenio, de la imaginación que tengamos para avanzar, el futuro está abierto”.
Ríos enfatizó la importancia de involucrarse con otras cooperativas y conocer su realidad. A través del Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos del Banco Credicoop –en el cual participa de la comisión de socios junto a dos empleados- la cooperativa de Anisacate ha establecido vínculos y ha comenzado a formar parte de una red de cooperativas en la región. Han tenido la oportunidad de interactuar con organizaciones de la economía social de diferentes sectores, como agua, cuidado de ancianos y tejedoras, lo que les ha permitido comprender la diversidad y el potencial del cooperativismo.
Para celebrar su 70° aniversario han pensado “hacer a lo largo del año distintos eventos y no centralizar los festejos en un solo día”. Hasta el momento se realizó la jornada “Las cooperativas y el desarrollo sostenible de las comunidades”, que contó con la participación de distintas cooperativas y con la presencia de destacados oradores, entre ellos Juan Pubil, del Colegio de Graduados en Cooperativismo y Mutualismo (CGCYM); se presentó “20-40-60 O VARIOS”, una obra de teatro local con perspectiva de género del elenco “Las Fabricantes”; y se inauguró un mural pintado en una de las paredes del SUM de la cooperativa por el artista Raúl Soria.
Al finalizar la entrevista, el presidente del Consejo de Administración, remarcó que “estos 70 años han sido productivos y desafiantes”. Han logrado cambiar la relación con sus socios, impulsar el desarrollo económico de la cooperativa y contribuir al bienestar de la comunidad, aunque reconoció que se espera mejorar la participación de los asociados. A medida que miran hacia el futuro, se mantienen comprometidos en seguir creciendo y adaptándose, defendiendo siempre los valores y principios cooperativos.
