por La Nueva de Bahía Blanca
Veintiún familias se quedaron sin techo en el barrio Saladero de Ingeniero White. Dos, directamente sin casa.
A un mes del devastador temporal en Bahía Blanca, algunas pudieron reconstruir sus viviendas con distintas ayudas, aunque otras casas todavía continúan de la misma forma en que el viento las dejó después del 16 de diciembre. Si bien no todos están en la misma situación habitacional, el miedo es una emoción que comparten cada vez que se asoman nubes grises en el horizonte.
Así describieron la situación los integrantes de la Cooperativa White Trabaja, radicada desde hace varios años en el Saladero y que se convirtió en un sostén para los vecinos más afectados por la tormenta.
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Ese sábado trágico, su ayuda empezó antes de que se desatara el hecho climático: “Pudimos sacar a una de las familias antes de la tormenta porque pidió ayuda por un grupo de WhatsApp. Después, cuando apaciguó un poco, los chicos salieron con la camioneta a evacuar a los vecinos”, contó Silvana Santamaría, una de los ocho socios fundadores de la Cooperativa al diario La Nueva de Bahía Blanca.
“Para nosotros fue duro ver el después, cómo había quedado todo. La gente que había perdido sus cosas, sus muebles, se daban cuenta que se habían quedado sin nada. Fue terrible”, recordó.
La Cooperativa White Trabaja está integrada por 25 personas. Además de ayudar a los vecinos, colaboran con instituciones para dar respuesta a las necesidades en la medida que esté a su alcance. Su prioridad es acceder a empleos y darle la oportunidad de tener un trabajo digno a la gente del barrio.
“El rubro es amplio”, contaron al medio local. Se dedican a mantener espacios verdes y a realizar obras civiles de todo tipo. “Pronto vamos a empezar a trabajar en el mantenimiento del barrio y en otros sectores de Ingeniero White. Eso es todo lo que tenemos por el momento, estamos apostando a varias changuitas, más los trabajos que esperemos que se concreten”.
Entre sus trabajos más importantes, destacaron una obra con la que instalaron el servicio de agua a 160 familias del sector. Además, colocaron 3.000 metros de veredas de concreto, lo que “mejoró mucho el tránsito del barrio porque las calles son de tierra”, resaltó Martín Andía, otro de los socios que forman parte de la Cooperativa desde sus inicios.
Pese a que está conformada hace ya varios años, la organización aún no ha conseguido trabajos fijos para sus integrantes, y ese es su horizonte principal. “Nuestro objetivo es poder crear mano de obra, poder de trabajo, que nuestras familias puedan progresar y ayudar al prójimo con un trabajo digno. Poder trabajar en Ingeniero White, en el barrio, el lugar que nos vio crecer”, agregó Martín.
Ambos coincidieron en que la solidaridad es una de las cualidades más destacadas de los vecinos del barrio Saladero. “Ante una emergencia, la gente siempre está dispuesta a colaborar y ayudar”, sostuvo el hombre. Y esa ayuda les volvió multiplicada cuando más necesitaban una mano a causa de la emergencia de mediados de diciembre.
Fuente: https://www.lanueva.com/