por Rosa Rodríguez
Queridos mutualistas de toda Argentina:
Nos encontramos llegando al cierre de este 2023 y quiero proponerles una profunda invitación a la reflexión del trabajo realizado. En este año desafiante, las mutuales argentinas han sido fundamentales para el sostén de la sociedad, que se ha visto atravesada nuevamente por una grave crisis. Consecuencia de ella ha sido que existió la baja del poder adquisitivo, graves aumentos de insumos, materiales y salarios que si bien intentaron ponerse a la par de la inflación, generaron un grave problema en las entidades de base que tenían un proyecto presupuestario anual, el cual quedó por debajo de la exigencias reales económicas que han debido afrontar.
Una vez más se trabajó denodadamente en el mutualismo para continuar prestando servicios a sus asociados, tratando de conservar los puestos de trabajo de todos sus dependientes y realizando ingentes esfuerzos en la gestión, es decir que se afrontó con resiliencia los avatares diarios, tejiendo redes de apoyo y de acompañamiento institucional, demostrando una vez más el potencial que tiene este movimiento. Este llamado a la reflexión destaca el trabajo palpable y efectivo de las mutuales, recordándonos la importancia vital de estas instituciones en el tejido social argentino, más en los tiempos que corren.
La Confederación Nacional de Mutualidades de la República Argentina (CONAM) en todo momento ha estado presente, defendiendo los intereses del sector, visibilizando la tarea realizada y gestionando ante el Estado políticas que favorezcan a las entidades y no entorpezcan la gestión diaria que realizan. Siempre nos guía el espíritu democrático, federalista y participativo que poseemos todos los miembros que integramos CONAM, de los cuales estoy sumamente orgullosa. Argentina se caracteriza por la diversidad de las regiones, y sabemos que cada rincón de nuestra nación aporta una riqueza única al tejido mutualista.
Quiero resaltar todas las actividades, cursos y hechos realizados durante el año, que han sido políticas continuas que venimos llevando adelante desde hace varios años con la Junta Ejecutiva de CONAM y sus federaciones adheridas: la inserción en ámbitos escolares universitarios, secundarios y primarios, donde la juventud se entusiasma cuando escucha los valores de la Economía Social y Solidaria; la generación de empleo emprendedor, a través de proyectos agrícolas sustentables y amigables con el medio ambiente, donde diversas comunidades están creando materias primas que venden a precios accesibles para el mercado; capacitación y actualización de conocimientos en diversos rubros, escuchando lo que demanda el mercado y la sociedad, brindando cursos virtuales que atraen por las temáticas que tienen; e incluso se está impulsando la actividad turística, porque la sociedad, que ha sido golpeada primero con la pandemia, luego con las secuelas que ésta dejó y la crisis actual, necesita espacios de recreación y contención familiar, y el turismo social es una excelente herramienta para ello. Así lo vemos desde CONAM. También se continuó trabajando en el empoderamiento del género y la diversidad en cargos de liderazgo en instituciones, entre otras acciones, no sólo declamándolo, sino efectivamente llevándolo a cabo.
Podría continuar puntualizando sobre el trabajo realizado, pero quiero señalar en especial que el verdadero mérito que tiene el mutualismo es lograr mantener su valor social. A diferencia de otras organizaciones del rubro privado que recién en los últimos años se han dado cuenta de la importancia de políticas de RSE, de comunidades sostenibles, de la libertad y respeto hacia la diversidad de sus integrantes y demás valores, el sector mutualista lleva en su esencia la solidaridad y el respeto al otro, la inclusión social y ocuparse por el prójimo. Somos la parte del entramado económico-social que llega a pueblos, lugares y zonas donde otras instituciones no están presentes y esto resulta palmario en circunstancias de crisis como la actual.
Sólo me resta agregar que CONAM y sus federaciones adheridas son instituciones respetadas por su prestigio, dedicación y honestidad de sus dirigentes, por el trabajo en equipo, de manera constante y permanente. No me parece momento propicio para hablar de estadísticas, porcentajes o cifras, pero sí resulta propicio para instar a toda la dirigencia a que no baje los brazos y continúe gestionando en pos del sostenimiento, preservación y crecimiento de las entidades, que si bien no resulta fácil sí es posible.
También deseo hacerles llegar en nombre de la Junta Ejecutiva de CONAM un afectuoso saludo de navidad para todos aquellos que integran el sector y sus familias, deseándoles una feliz navidad, un próspero 2024 y que Dios nos ilumine y nos acompañe a todos.
Unas gracias enormes a la prensa que siempre nos acompaña y una reflexión final de que debemos abrazar el nuevo año con esperanza y un ferviente deseo y ganas de poner a la Argentina de pie.
La autora es presidenta de CONAM
