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Situación del cooperativismo en América Latina

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Economía Solidaria
Economía Solidaria
Economía Solidaria es un medio de prensa especializado en el sector cooperativo y mutual argentino que reúne las noticias más relevantes del campo asociativo, en favor de su fortalecimiento, integración y visibilidad. Propiedad del Colegio de Graduados en Cooperativismo y Mutualismo (CGCyM)

Entrevista a José Abelardo López Muñoz realizada por personal de la Confederación de Cooperativas de Perú (CONFENACOOP).

(publicada en avancoop.org)

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¿Qué aportan las cooperativas a las sociedad?

Indudablemente las cooperativas son esenciales para el desarrollo económico del planeta y especialmente para Latino América, estoy totalmente convencido de que los valores y principios que rigen las cooperativas dan respuesta a las situaciones derivadas del desarrollo económico, la protección del medio ambiente y la justicia social en un mundo globalizado.

Durante 2021 realizamos un estudio a nivel de Latino América y la percepción de los cooperativistas es que las cooperativas deberían desempeñar un papel más preponderante en el desarrollo sostenible sin embargo deben adaptarse a las circunstancias y paradigmas propios de este siglo..

En toda Latino América cientos de cooperativas contribuyen a mejorar relaciones comerciales y cadenas de valor más inclusivas y equitativas implementando formas alternativas de comercio, como el comercio justo y favoreciendo el desarrollo de una economía con baja emisión de carbono gracias a enfoques innovadores.

Por otro lado, las cooperativas pueden desempeñar un importante papel en reducir la pobreza; mientras que las cooperativas agrícolas apoyan a los agricultores a tener acceso a los medios de producción para cultivar la tierra y criar el ganado y también los apoya en el procesamiento, transporte y comercialización de sus productos, las cooperativas de ahorro y crédito facilitan el acceso de sus socios al capital económico y las cooperativas mineras traen prosperidad a sus comunidades explotando los recursos naturales sin descuidar el ambiente.

También las cooperativas son grandes fuentes de empleo, con datos de la OIT en el planeta, dan trabajo, al menos, a 100 millones de personas y se estima las cooperativas aseguran los medios de subsistencia de cerca de la mitad de la población mundial.  Los cooperativistas conocen el impacto que tiene su institución sobre el empleo en diferentes niveles: emplean trabajadores directamente y promueven el empleo indirectamente al crear oportunidades comerciales y mejorar las condiciones de los mercados, incluso influyen sobre las personas que no son socios de las cooperativas cuyas actividades profesionales están vinculadas a las transacciones con las cooperativas.

En el estudio realizado por AVANCOOP en 2021 realizado en 184 cooperativas de todo tipo en Latino América se evidencia que los empleos en las empresas que son propiedad de los trabajadores tienen menos probabilidades de verse afectadas por las desaceleraciones cíclicas y que estas empresas tuvieron un mayor nivel de estabilidad del empleo durante la reciente crisis económica. 

Es importante destacar que las cooperativas contribuyen a la igualdad de género al incrementar las oportunidades de participación de las mujeres en la economía local; al mismo tiempo, la presencia femenina en los consejos de administración de las cooperativas de ahorro y crédito puede llegar al 85 por ciento como sucede en regiones de México.

¿Cuál es la situación general de las cooperativas en Latinoamérica?

Podría sonar feo y excluyente pero antes de responder esta pregunta es importante reiterar que los países de América Latina se caracterizan por un alto nivel de desigualdad, sin embargo, también es importante remarcar que dentro del atraso de nuestras comunidades existen posibilidades de crecimiento y desarrollo, donde con la presencia de cooperativas eficientes ciertas situaciones de marginalidad se irían superando.

En el contexto planetario se ha demostrado que la distancia que separa a los países desarrollados de los subdesarrollados es cada vez mayor y la distribución de la riqueza es cada vez más diferente.  En los últimos años el proceso de desarrollo en América Latina está acompañada de nuevas formas de dependencia y mayor presión consumista, lo cual ha producido situaciones excluyentes y en la actualidad se ha incrementado el número de personas que están fuera del proceso económico.

Desde 2015 en AVANCOOP se actualiza anualmente un estudio llamado “Perfil del socio” el cual está orientado hacia cooperativas de ahorro y crédito, inicialmente iniciamos con las cooperativas mexicanas y desde 2019 agregamos cooperativas de otros países de Latino América y nos da importante información donde resalta que en siete años las cooperativas están más conscientes de su propia problemática, pero, en general, el avance ha sido limitado.

En Latino América el cooperativismo surge a través de dos puntos centrales: El cooperativismo agrícola y el de ahorro y crédito, posteriormente han nacido otros movimientos, como consumo, vivienda, minero, entre otros.  Es un movimiento relativamente reciente en términos históricos pues en un alto porcentaje las experiencias cooperativas nacieron en el siglo XX con muy pocas excepciones que datan de finales del siglo XIX.

En relación con el cooperativismo agrario podemos encontrar cuatro modelos que destacan:

  1. Modelo mexicano: Tiene como centro El Ejido, intenta expresar y analizar los profundos cambios generados por una revolución agraria, es el resultado de un levantamiento comunal y en su desarrollo tiene gran carga de connotación ideológica y poca carga de conocimientos de tipo técnico.
  2. Modelo peruano: Representa el desarrollo del cooperativismo agrario en el altiplano boliviano, ecuatoriano, chileno y peruano, principalmente impacta en comunidades indígenas y es resultado de prácticas ancestrales de estructuras existentes anteriormente como el ayllu, el cual tiene algunas expresiones en la minga. Hay un enfoque técnico y ha sido utilizado como un mecanismo para una reforma estructural.
  3. Modelo argentino: Es consecuencia del cooperativismo mutualista europeo, se traduce en las ideas que los inmigrantes europeos traen a Latino América a fines del siglo XIX, impacta principalmente en sectores de las capas medias, tiene más base tecnológica que ideológica.
  4. Modelo uruguayo: Se desarrolla a través de cooperativas con participación estatal, es un modelo mixto donde se busca solucionar el problema del abastecimiento a través de la creación de grandes complejos.

En relación con el cooperativismo de ahorro y crédito o ahorro y préstamo en algunos países tiene dos ejes o fuentes esenciales:

  1. A fines del siglo XIX en el cono sur con la presencia de inmigrantes europeos, alemanes, españoles e italianos, que implementaron el concepto de cajas agrarias aplicando el modelo Raiffeisen a través de cajas de socorros mutuos.
  2. Por iniciativa de la iglesia católica quien, a mediados de la década del 50 del siglo pasado implementó las iniciativas establecidas en las encíclicas sociales, como la Rerum Novarum y Cuadragésimo Anno; a través de sus secretarías sociales dependientes de los episcopados nacionales, genera a impulsa la creación de cooperativas de ahorro y crédito, tomando como modelo el caso de Antigonish en Canadá.

Es complicado definir una coyuntura única para todo tipo de cooperativas en Latino América debido a las diversas realizadas nacionales, así como a las características propias de cada tipo de cooperativa e incluso del tipo de liderazgo que cada cooperativa tenga y aplique, sin embargo, teniendo como base los diversos estudios que AVANCOOP ha aplicado en la región podemos aportar lo siguiente, no sin antes reiterar que la situación puede variar completamente de una cooperativa a otra, incluso en el mismo país:

  • Las cooperativas no tienen ni aplican una administración y visión estratégica que les permitan tener claridad en el futuro que pretenden construir, es importante recalcar que en materia de administración el futuro se construye de acuerdo a lo que se busca conseguir.
  • Las cooperativas no tienen claridad en lo que son, lo que quieren hacia dónde quieren llegar, tampoco tienen claridad en lo que pretenden y han descuidado construir y aprovechar su propia esencia cooperativa, cuyos principios y filosofía están siendo retomados por las nuevas generaciones, aunque no necesariamente en el contexto del cooperativismo.
  • En el presente siglo el cooperativismo no ha dado una respuesta clara a la pregunta de si existe una visión cooperativa de la sociedad, no se ha logrado elaborar un modelo cooperativo de sociedad global, tampoco ha sido tema central la doctrina cooperativa. Existen algunas notables excepciones como por ejemplo las cooperativas mineras peruanas.
  • No ha sido un tema prioritario para los cooperativistas la evolución global de la sociedad con el resultado de que difícilmente encontraremos en los movimientos cooperativos de Latino América un proyecto de acción cooperativa conjunta que tenga las características de sustentabilidad, rentabilidad y perdurabilidad.
  • La doctrina y filosofía del cooperativismo se considera anacrónica, caduca y en varios casos inservible y a los cooperativistas se les complica ver que estos principios están totalmente acordes con la mentalidad de las nuevas generaciones y que incluso han sido retomados por la empresa privada para impulsar su posicionamiento, un ejemplo lo tenemos en el distintivo de Empresa Socialmente Responsable.
  • Las cooperativas no aprovechan las ventajas del principio cooperativo de la integración y a pesar de que en su discurso hablan de cooperación entre cooperativas en la práctica permanecen aisladas dentro de un falso contexto de negocio.  Se descuida en si mismo el negocio cooperativo.  Las cooperativas tienden a estar aisladas y ese es un fuerte punto negativo.
  • En las cooperativas además de la dimensión social existe una dimensión económica, es decir una cooperativa además de ser una asociación es una empresa económica y esta realidad debe mantenerse en equilibrio el cual muy pocas cooperativas lo tienen.
  • Las cooperativas no tienen una visión de desarrollo económico tanto para sus miembros como para las localidades donde operan.
  • Las cooperativas no aplican la racionalidad del mercado lo que implica tener claridad en las oportunidades que les permita incrementar la competencia en lugares donde hay sectores monopólicos u oligopólicos y de inducir esa misma racionalidad a otros sectores productivos con el propósito de incorporarlos de manera más adecuada al desarrollo de su localidad y región.
  • La membresía de las cooperativas está envejeciendo, en general no han podido convertirse en una alternativa viable para las nuevas generaciones.
  • Las cooperativas no utilizan tecnología, esto implica reiterar que el término tecnología no se refiere a dispositivos electrónicos sino al desarrollo de técnicas y metodologías adecuadas y eficientes que se aplican con estrategias adecuadas de comunicación.
  • Los cooperativistas no estamos construyendo el cooperativismo del siglo XXI.

¿Retos de las cooperativas a inicios de la tercera década del siglo XXI?

Hemos comentado que el cooperativismo es un elemento esencial del sector social o solidario de la economía y que ha contribuido significativamente a disminuir y superar los grandes problemas en cientos de localidades de Latino América.  Existen cooperativas que están por cumplir cien años de existencia y la pregunta a responder sería ¿Podrán celebrar su segundo centenario?

Algo que a muchos cooperativistas se les complica comprender es que estamos iniciando ya la tercera década del siglo XXI y existe una gran cantidad de cooperativas que aún viven en el siglo XX y si bien los avances científicos y tecnológicos logrados por la humanidad en los últimos años han sido sorprendentes y en la actualidad cada vez nuevos avances nos dejan perplejos, las cooperativas consideran que el último invento novedoso ha sido la televisión.

En otro contexto, desafortunadamente, los avances en el campo social no se han producido con la misma rapidez que el progreso científico- técnico, no obstante, el gran desarrollo de las fuerzas productivas, gran parte de la humanidad no satisface sus necesidades básicas. Lo cual nos lleva a concluir que el mundo actual le plantea al ser humano del siglo XXI un gran reto:  Dar solución a la contradicción que se presenta entre socializar la producción y desarrollar las fuerzas productivas, donde ejerce gran influencia las formas de propiedad sobre los medios de producción y las relaciones sociales de producción lo que determina la actual e injusta distribución de la riqueza; problema que cada día adquiere más relevancia en Latino América.

Indudablemente es complicado encasillar a todas las cooperativas en una problemática común, sin embargo, considero que hay retos comunes para todas las cooperativas independientemente del tipo de cooperativa y realidad nacional.

Construir el marco conceptual del cooperativismo del siglo XXI

Si bien existe un sólido marco conceptual y teórico para el cooperativismo es importante reconocer que en muchos casos se ha convertido en algo anacrónico, por esa razón es importante construir el cooperativismo para el siglo XXI cuidando, al menos, los siguientes elementos:

  • Solidaridad: El término solidaridad implica también la cooperación y la democracia como forma de vida y de convivencia humana, norma que debe cumplir toda cooperativa y cooperativista.
  • La supremacía del trabajo sobre el capital: El trabajo asociado como base fundamental de la organización de la cooperativa, la producción y la economía,
  • La propiedad social de los medios de producción
  • La Autogestión como forma superior de la participación de los trabajadores en la gestión de la cooperativa, la economía y en la conducción de la sociedad.

Pérdida de la naturaleza y esencia de las cooperativas

Es importante recordar que una cooperativa es una asociación autónoma de personas que se han unido en forma voluntaria para satisfacer en común sus necesidades y aspiraciones económicas sociales y culturales, mediante una empresa de propiedad conjunta y administración democrática.

  • Las cooperativas deben tener como sustento los valores de autoayuda, equidad y solidaridad, sin estos rasgos una organización no puede ser considerada cooperativa, de la misma manera que una empresa que se proponga como finalidad la obtención de lucro tampoco podrá ser considerada una cooperativa.
  • Mantener una correcta armonía y equilibrio entre lo económico y lo social, entre lo práctico empresarial y lo ideológico cooperativo, es decir entre lo asociativo y empresarial.
  • Establecer e implementar indicadores que les permita medir el grado de cumplimiento de cada uno de los principios cooperativos.

Cooperativismo de ahorro y crédito fuerte cuantitativamente y débil cualitativamente

En Latino América se ha desarrollado enormemente el cooperativismo de ahorro y crédito y es común que existan pocas cooperativas gigantes y enormes y muchísimas pequeñas y débiles.  Existen varios retos entre los cuales, en mi opinión, destacan:

  • La pérdida de la naturaleza cooperativa.
  • La escasa diversificación de productos y servicios, incluso la diferenciación entre lo que es un producto y un servicio financiero.
  • Independencia de las cooperativas de recursos externos.
  • Lo relacionado con la prevención del lavado de dinero y financiamiento al terrorismo.
  • Incorporar tecnología eficiente, metodologías adecuadas, herramientas especializadas y estrategias de comunicación oportunas.
  • Aportar valor agregado y definir e implementar elementos diferenciadores.
  • Documentar sus procesos y operación, implica la alineación de procesos.
  • Incorporar visión estratégica a sus acciones.
  • Envejecimiento de su membresía
  • Verdadera integración cooperativa con impacto comercial y operacional.

Debilidad del cooperativismo agropecuario

En Latino América la característica fundamental del cooperativismo agropecuario, excepto el caso cubano y algunas experiencias aisladas en países como Costa Rica, Brasil y Argentina, es un cooperativismo de subsistencia, dentro de este contexto destacan los siguientes retos:

  • Superar la producción de subsistencia.
  • Integrar cadenas de valor que faciliten una integración agroindustrial.
  • Dejar de producir materia prima y darles valor a los productos que se producen mediante la industrialización.
  • El bajo nivel de socialización.
  • Escaso desarrollo del talento humano.
  • Consolidación y desarrollo de este sector.

Cooperativismo en los servicios con mucha diversificación

En Latino América el cooperativismo se caracteriza por tener una fuerte presencia en los servicios, donde se generan fuentes de empleo y servicios a amplios sectores de la población, pero por lo general se presentan insuficientes niveles de socialización lo que complica eficientizar el sentido de pertenencia y mantiene una débil base social.

Deficiente estructura del cooperativismo.

Es muy importante para todo tipo de cooperativas mantener en constante perfeccionamiento en su estructura organizacional lo que no solo implica un hecho, sino que se constituye en un reto constante y en una necesidad.

También es muy importante que las cooperativas atiendan y controlen su propio tamaño y dimensión, si bien el tamaño considerado de forma aislada no es un elemento distintivo, no es menos cierto que la administración de una gran cooperativa es más complejo y que a una cooperativa pequeña se le complicará más ser eficiente.  Por otro lado, debe cuidarse que el crecimiento no destruya la naturaleza cooperativa.

Es importante comprender que las cooperativas no deben crecer solo con la finalidad de expandirse económicamente: lograr mayor dominio del mercado, obtener mayor ganancia, sino que la cooperativa, independiente de su tamaño, debe dar prioridad a sus proyectos de desarrollo social y por supuesto que el tamaño, grande o pequeño, no debe limitar los vínculos entre la cooperativa, sus socios y empleados.

En este apartado también es importante considerar los siguientes retos:

  1. Fomentar y mantener una adecuada relación entre los organismos de primer, segundo y tercer grado, buscando potenciar el impacto positivo de la integración cooperativa.
  2. Fortalecer los eslabones u organizaciones que conforman el sistema cooperativo en la región y en el país, fomentando, sobre todos en lo que se refiere a la democracia participativa y no concebir la democracia como una jerarquía de poderes drásticamente controlado.
  3. La realidad cooperativa nos presentan diversos tipos de cooperativas en todas las áreas de la economía: por ejemplo, transporte, consumo, vivienda, ahorro y crédito; en este sentido el reto no consiste en establecer una receta para normar que tipo de cooperativa constituir, sino, que la esencia radica en que cualquiera que sea el tipo de cooperativa tenga en el centro de su acción satisfacer las necesidades de sus socios.

Inadecuado marco legal y deterioro de las relaciones con el gobierno.

Probablemente este sea uno de los grandes retos de las cooperativas para un futuro cercano, el cual si bien no está bajo el total control de las cooperativas si se puede incidir directamente, es un reto complejo no sólo en el plano teórico sino, principalmente, en su realización práctica.

Son dos los factores que impactan en la gestión de las cooperativas:

  • Internamente la utilización de los recursos materiales, financieros, humanos y comunicacionales.
  • Externamente las relaciones Estado – Cooperativas donde, obviamente, están las relaciones con los reguladores.

Las relaciones entre Estado y las cooperativas ocupan un lugar esencial, por cuanto dichas relaciones ejercen influyen enormemente no sólo en la actividad socioeconómica sino también en la estructura de costos, por mencionar solo dos ejemplos.  Evaluando estas relaciones, se observan posiciones que van desde un excesivo paternalismo hacia el cooperativismo, hasta posiciones de total indiferencia al cooperativismo; por lo que se impone la necesidad de redimensionar estas relaciones, en cuanto a que:

1.     El Estado garantice la presencia de una estructura institucional que:

  • Establezca una adecuada política en la que se conjuguen de manera equilibrada los intereses de las cooperativas con los intereses de la economía nacional en su conjunto.
  • Fiscalice, apoye y asesore la gestión de las cooperativas, estableciendo relaciones que permitan el desarrollo multilateral de éstas.

2.     La existencia de un sector cooperativo con autonomía, personalidad jurídica propia y en su marco legal que se desempeñe bajo los principios de la autosugestión.

3.     Que las cooperativas cuiden al detalle aspectos relacionado con:

  • Sanas prácticas
  • Buen gobierno corporativo
  • Gestión de excelencia.

Procesos deficientes y obsoletos de educación cooperativa.

Este es uno de los retos esenciales que presenta el movimiento cooperativo, implica la falta de un real y sistemático proceso de educación cooperativa que conduzca a la formación cooperativa de directivos, asociados, empleados, familia, comunidad, de tal manera que contribuyan a una sólida formación ética, filosófica y técnica y que convierta al capital humano en la principal fortaleza de este sector.

Falta de integración.

A pesar de que existe un principio cooperativo que se refiere directamente a la integración, este es uno de los retos más complicados de lograr y asumir del cooperativismo actual en parte se debe a que los organismos de integración no aportan valor a la relación con sus cooperativas afiliadas y principalmente a que se ha descuidado tener como marco de acción las necesidades de los afiliados.

Usualmente los organismos de integración no consideran que las cooperativas además de ser asociaciones son también empresas donde buscarían tener relaciones comerciales sólidas y sustentables.

Evaluando la estructura del cooperativismo queda claro que la idea del fortalecimiento, desarrollo y consolidación de los organismos de segundo, tercer grado queda en paralelo con un debilitamiento de la base; sin embargo, más allá de este proceso los organismos de integración no han logrado cumplir en toda su dimensión su rol en la integración del sector y sobre todo en generar acciones conducentes a fortalecer a todo el sector cooperativo.

Este reto es sin duda alguna polémico y los cooperativistas pueden asumir distintas posiciones, pero independientemente de esto la realidad es que es necesario fortalecer La integración.

¿Valores asociados al cooperativismo en la sociedad actual?

Las cooperativas poseen una serie de principios y valores específicos que las convierten en el mejor modelo económico para conseguir una sociedad más justa y sostenible; estos valores son generalmente los de ayuda mutua, responsabilidad, democracia, igualdad, equidad y solidaridad; las personas que se relacionan con una cooperativa tienen un compromiso ético con la honestidad, la transparencia, la responsabilidad social y la preocupación por los demás.

El cooperativismo tiene su origen en la necesidad y certeza de que es importante colaborar para acceder a un beneficio común, afianzar los recursos y mejorar la situación de las personas que forman parte de ese proyecto. La unión de voluntades y la colaboración entre las personas es la piedra angular para asegurar una sociedad basada en el bienestar de la colectividad.

Por otro lado, los valores son cualidades o atributos que posee un individuo y resultan importantes porque determinan su conducta y sus intereses. Los valores están condicionados por la cultura y la sociedad en la que se desarrolla la persona.

La mayoría de los valores son inculcados según la sociedad en la que una persona crece, la capacidad de valorar se sostiene por el hecho de que las personas quieren vivir en armonía, alcanzar un estilo de vida sano y evolucionar.  La importancia de los valores generalizados en la sociedad radica en el bienestar común para alcanzar una convivencia sana y armoniosa. Los valores representan emociones o aspectos mucho más fuertes que las legislaciones que mantienen un orden social. Los valores representan algo más grande y universal: son el fundamento básico del respeto entre los seres vivos.

Actualmente nuestra sociedad está enfrentando varios retos que conllevan drásticos cambios a nuestra forma de vida, aspectos derivados del calentamiento global, incremento de la delincuencia por mencionar algunos momentos nos llevan a analizar y reflexionar sobre la importancia que tiene la aplicación de valores a nivel de la sociedad en general y de las cooperativas en particular; esto implica reconocer que los valores son importantes ya que ayudan a la sociedad a formar pensamientos, mundos y acciones. Los valores ayudan a las personas a crecer y a desarrollarse; ayudan a crear el futuro que la gente quiere experimentar y en este contexto la participación de la cooperativa es súmamente importante.

Las cooperativas deben cultivar y fomentar cuatro tipos de valores:

  1. 1Valores individuales: reflejan como se muestran los individuos y las necesidades específicas de cada quien; así como el interés propio; ayudan a las personas a avanzar hacia la perfección o lo más cercano que puedan estar de la misma.
  2. Valores relacionales: reflejan como se relaciona cada quien con otras personas en su vida. Constantemente se menciona que la sociedad actual está en un proceso de pérdida de valores y de aquí deriva que los valores son importantes ya que se convierten en los determinadores básicos de las percepciones, opiniones y actitudes de una sociedad, ayudan a decidir si las preferencias o los eventos son buenos o malos, importantes o significantes y correctos o equivocados
  3. Valores organizacionales: reflejan como una organización opera en el mundo, cuando los valores son implementados, los estándares de la cooperativa se pueden mantener. Lo valores son la tela que crea la cultura; si las personas mienten, engañan y roban, la cultura de la sociedad no será saludable.
  4. Valores sociales: reflejan cómo la cooperativa se relaciona con la sociedad; hacen que los problemas individuales se conviertan en problemas colectivos que afectan a todas las personas que viven en sociedad. Se puede lograr una solución en conjunto a todas las dificultades afrontadas

La pregunta correcta no es con que valores se asocia el cooperativismo con la sociedad actual porque los valores son universales, es más importante reflexionar en que acciones debe la cooperativa realiza y dentro que contexto.

¿Cuál es el futuro de las cooperativas?

Es importante recordar que en materia de administración el futuro se construye, es decir, a partir de la realidad actual se establece un futuro ideal a lograr y esto implica que es la construcción del cooperativismo del siglo XXI es una responsabilidad directa de los cooperativistas.

Las cooperativas tienen el potencial para ser las empresas del futuro debido, principalmente a que poseen una mayor resiliencia lo que les permite afrontar mejor las crisis, además el cooperativismo: un modelo empresarial centrado en las personas.

En lo personal considero que es el momento de las cooperativas, las dificultades provocadas por la pandemia pueden convertirse en el dinamizador perfecto para que prosperen alianzas económicas en nuestra sociedad.  Uno de los aspectos más destacados del sistema cooperativo es la capacidad de adaptación en tiempos de dificultad.

El cooperativismo es un sistema que se puede implementar en múltiples ámbitos.

La cooperativa del futuro deberá ganar fuerza y competitividad, así como potenciar el emprendimiento y superar los problemas generacionales, donde los jóvenes desconocen el funcionamiento de este tipo de empresas y, como consecuencia, existe una carencia respecto al número de jóvenes que se integran a una cooperativa.

La cooperativa del futuro debe ser visible, ganarse la simpatía de la opinión pública y esto implica que debe ser transparente, rentable, eficiente y basar su gestión en dar respuesta a las necesidades de sus socios.  Debe impulsar modelo que se ajusta como un guante a los nuevos negocios de los tiempos actuales: cooperativismo de plataforma, comunidades energéticas locales, agrupaciones de consumidores, coliving, cohousing, que aseguren un trabajo digno y donde las ventajas se repartan entre los empleados. Estos nuevos modelos también encajan a la perfección en las áreas de electricidad y vivienda, donde es relativamente fácil extender las ventajas a la comunidad de socios.

En el futuro de las cooperativas destaca el papel de las cooperativas de segundo grado que facilitaría el acceso a recursos tecnológicos avanzados a las cooperativas afiliadas; es necesario destacar el valor y la necesidad de la intercooperación para garantizar el éxito del modelo cooperativo donde las cooperativas sean pequeñas, medianas o grandes pueden intercooperar para crear proyectos más grandes, para esto las cooperativas deben aprender a cooperar, no competir, ni absorber a otras.   Es importante considerar que el tamaño de una cooperativa no implica una mayor rentabilidad, lo importante es una gestión eficiente.

El cooperativismo es un modelo que las empresas de capital ya están copiando, los valores propios del cooperativismos están tan arraigados en la sociedad que las empresas mercantiles los adquieran y aplican en sus planes de fidelización y cuidado ambiental.

La cooperativa del futuro debe tener la participación de los jóvenes porque esto no solo da señal de futuro sino también otorga más libertad, garantiza el funcionamiento democrático en las decisiones y permite abordar retos con la intercooperación con otras entidades similares.

¿Qué proyectos puede realizar una cooperativa en materia de sostenibilidad?

El 25 de septiembre de 2015, los líderes mundiales adoptaron un conjunto de objetivos globales para erradicar la pobreza, proteger el planeta y asegurar la prosperidad para todos como parte de una nueva agenda de desarrollo sostenible. Cada objetivo tiene metas específicas que deben alcanzarse en los próximos 15 años, se les conoce como objetivos de desarrollo sostenible.

Las grandes interrogantes giran en torno a la forma en que la comunidad internacional va a dar respuesta de manera sostenible a las cuestiones apremiantes del desarrollo económico, la protección del medio ambiente y la equidad social y en este contexto es importante recordar que en el planeta más de mil millones de personas están vinculadas a las cooperativas de una manera u otra, ya sea como socios/clientes, como empleados/participantes o de ambas formas.

Por ser organizaciones basadas en principios y valores, las cooperativas son una forma de empresa sostenible y participativa, enfatizan la seguridad del empleo y la mejora de las condiciones de trabajo, pagan salarios competitivos, promueven ingresos adicionales mediante la participación en las utilidades y la distribución de dividendos y apoyan las infraestructuras y los servicios comunitarios, como los centros de salud y las escuelas. Las cooperativas fomentan las prácticas y los conocimientos democráticos y la inclusión social.

Las cooperativas han demostrado ser resilientes ante las crisis económicas y financieras, están bien situadas para contribuir al balance de objetivos económicos, sociales y ambientales del desarrollo sostenible, entre otros motivos porque son empresas empeñadas en alcanzar el progreso económico de sus socios, al tiempo que atienden sus intereses socioculturales y protegen el ambiente.

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) son intrínsecos a la cooperativa y los proyectos que una cooperativa emprenda en materia de sostenibilidad de una u otra manera estarán relacionados con los ODS’s.  Las cooperativas tienen una gran pertinencia e importancia para el logro de los objetivos de desarrollo sostenible.

Programas para reducir la pobreza

La cooperativa es el tipo de organización idóneo para abordar todas las dimensiones de la reducción de la pobreza y de la exclusión. Es importante el modo en que las cooperativas contribuyen a reducir la pobreza: encuentran oportunidades económicas para sus socios; empoderan a las personas desfavorecidas para que defiendan sus intereses; dan seguridad a los pobres permitiéndoles transformar sus riesgos individuales en riesgos colectivos; y median para que sus socios accedan a los activos que utilizan para ganarse la vida.

Por ejemplo, mientras que las cooperativas de ahorro y crédito facilitan el acceso de sus socios a capital financiero, las cooperativas agropecuarias ayudan a los agricultores a acceder a los insumos que precisan para sus cultivos y su ganado y les ayudan a procesar, transportar y comercializar sus productos. Del mismo modo, las cooperativas de consumidores hacen posible que sus socios y la sociedad en general accedan a bienes domésticos de buena calidad como alimentos, vestidos y otros productos a precios asequibles.

Programas de igualdad de género

Las cooperativas están contribuyendo a la igualdad de género al aumentar las oportunidades de las mujeres de participar en las economías y sociedades locales en muchas partes del mundo.

La mayoría de los socios de las cooperativas de consumidores son mujeres y se han ganado un lugar en las estructuras de gobierno de las mismas; las mujeres también tienen una presencia importante en las cooperativas de trabajadores.

Programas de educación y aprendizaje a lo largo de la vida

Las cooperativas favorecen el acceso a la educación de calidad y el aprendizaje a lo largo de la vida proporcionando los medios precisos para financiar la educación, apoyando a docentes y escuelas, creando sus propios establecimientos de enseñanza para impartir educación de calidad a jóvenes y adultos y actuando como centros de aprendizaje permanente.

Las cooperativas desempeñan un papel importante en la facilitación del acceso a la educación en la medida que incrementan los ingresos familiares, lo que se traduce en capacidad para hacer frente a los gastos en educación. También pueden ser una fuente directa de financiamiento de la educación.

Cuando los gobiernos no son capaces de establecer infraestructuras escolares es frecuente que colmen esa carencia las cooperativas creando escuelas locales y dando apoyo a las existentes.

En otros casos, el apoyo puede consistir en impartir conocimientos financieros y hábitos de ahorro a los jóvenes, conceder becas para que los hijos de los socios cursen estudios secundarios y superiores, organizar concursos educativos, financiar equipamiento y materiales escolares y mantener bibliotecas.

Programas relacionados con la salud

Las cooperativas garantizan vidas saludables mediante la creación de infraestructuras para la prestación de servicios de salud, el financiamiento de la asistencia sanitaria y la prestación de servicios de salud en el hogar.

Las cooperativas de salud comprenden cooperativas de trabajadores que prestan servicios de salud, cooperativas de pacientes o comunidades que son propiedad de sus usuarios y cooperativas de múltiples interesados híbridas. Pueden prestar toda la gama de servicios de salud, desde el cuidado en el hogar hasta la gestión completa de hospitales.

Programas para la seguridad alimentaria y la buena nutrición

Las cooperativas contribuyen a la seguridad alimentaria ayudando a pequeños agricultores, pescadores, ganaderos, silvicultores y otros productores a resolver los numerosos desafíos que afrontan en sus emprendimientos de producción de alimentos.

Los desafíos a que los pequeños productores agropecuarios se enfrentan con mayor frecuencia son el vivir en zonas remotas y la falta de acceso a información sobre los precios de los alimentos en los mercados nacionales e internacionales; el acceso a insumos de alta calidad y los costos variables de las semillas y los fertilizantes; el acceso a créditos para comprar esos insumos; y las carencias en materia de transporte y demás infraestructuras en las zonas rurales.

Las cooperativas agropecuarias ayudan a los agricultores a superar estos obstáculos ofreciendo a sus socios distintos servicios como compras y la comercialización conjuntas, tiendas de insumos que se pueden adquirir colectivamente y sistemas de recibo de almacenaje para un acceso colectivo a créditos y a salidas comerciales. Las cooperativas desarrollan las competencias de los pequeños productores, les aportan conocimientos e información y los ayudan a innovar y a adaptarse a mercados cambiantes. Lo que es más importante, facilitan la participación de los agricultores en los procesos de toma de decisiones y ayudan a los pequeños productores a dar a conocer sus preocupaciones e intereses y aumentan su capacidad de negociación para influir en los procesos de formulación de políticas. En la cadena de suministro de alimentos, las cooperativas de consumidores facilitan el acceso a alimentos inocuos.

Programas para facilitar el acceso al agua y al saneamiento

Las cooperativas se han ido convirtiendo en actores cada vez más importantes en lo que se refiere a facilitar el acceso a agua potable y a servicios de saneamiento, compensando las carencias en la materia de los sectores público y privado.

Las cooperativas han aportado soluciones alternativas para que las comunidades urbanas dispongan de agua potable y de redes de alcantarillado seguras.

Programas relacionados con energía sostenible

Las cooperativas de energía están contribuyendo a la obtención de las tres metas vinculadas al objetivo de las energías sostenibles: el acceso a la energía, la eficiencia energética y la reducción de emisiones.

El aporte de las cooperativas en la facilitación del acceso a energía sostenible es evidente, pues desempeñan un importante papel en la generación de electricidad y en su distribución a los consumidores.

Programas para la creación de empleos, medios de subsistencia y crecimiento equitativo

Las cooperativas desempeñan un papel importante en la creación de empleo y en la generación de ingresos y tienen impacto directo sobre el empleo:

  • Crean empleos directos;
  • Indirectamente, promueven el empleo y el empleo por cuenta propia al crear oportunidades de comercialización y mejorar sus condiciones; y
  • Influyen en personas que no son socios de ellas, cuyas actividades profesionales están estrechamente vinculadas a transacciones con cooperativas (por ejemplo, comerciantes o proveedores de insumos).

Programas para la gestión sostenible de los recursos naturales

Las cooperativas contribuyen de diferentes formas a la gestión sostenible de los recursos naturales: evitan el agotamiento de los recursos naturales. Las cooperativas han proveído foros locales para que las personas encuentren soluciones a los cambios del medio ambiente, mediante la definición de sus derechos de propiedad y uso, la gestión de los recursos naturales y la diversificación de sus actividades económicas para adoptar emprendimientos respetuosos del medio ambiente.

Programas para el fortalecimiento de la gobernanza

La gobernanza responsable y eficaz es un motor de transformación socioeconómica y de erradicación de las desigualdades estructurales como un fin en sí misma.

La nueva agenda de desarrollo da a las sociedades la oportunidad de evolucionar hacia un mundo más justo, en el que los recursos se compartan de manera más equitativa y las personas tengan una mayor participación en las decisiones que afectan a sus vidas.  En este proceso corresponde a las cooperativas desempeñar un papel importante.

En primer lugar, uno de los principios de las cooperativas es el control democrático de los socios. Los derechos de voto igualitarios, conforme al principio de “un socio, un voto”, les otorgan la representatividad necesaria y legítima para que sean actores clave en el proceso de diálogo social, especialmente en los contextos rural y de la economía informal. Características de la gobernanza como la transparencia, la responsabilidad, la rendición de cuentas, la participación, la sensibilidad frente a las necesidades de la gente y el respeto por el estado de derecho son también rasgos definitorios de la identidad cooperativa. Con un profundo arraigo en las comunidades en las que actúan, las cooperativas pueden empoderan a las personas haciendo que incluso los segmentos más pobres de la población participen en el progreso económico.

Además, al crear una plataforma propicia para unas iniciativas de desarrollo local, congregan a toda una serie de instituciones locales para fomentar las oportunidades de trabajo decente y la integración social.

Programas para promover sociedades estables y pacíficas

En periodos posteriores a conflictos sociales violentos, con frecuencia las cooperativas se han manifestado como fuentes de capital social positivo, fomentando un fuerte sentido de comunidad, participación, empoderamiento e inclusión entre sus socios y restaurando las relaciones interpersonales y la paz.

En las crisis, las cooperativas pueden tener un potencial transformador en lo relativo a revitalizar sectores que pasan por momentos muy difíciles, la recuperación de economías locales afectadas por las crisis, el aumento de los ingresos de los productores y los proveedores de servicios a lo largo de las cadenas de valor, la formalización del empleo informal y la generación de empleo para las mujeres y los jóvenes de las zonas rurales y urbanas. También existen nuevos tipos de cooperativas creadas como respuesta a diferentes crisis, como son las cooperativas de atención social que se están constituyendo para atender las necesidades de atención de las poblaciones aquejadas de envejecimiento o las cooperativas de asistencia formadas para cuidar a los huérfanos después de los terremotos.

Programas para propiciar un entorno global propicio y los recursos financieros a largo plazo

Las cooperativas contribuyen a la creación de un entorno global propicio mediante la reducción de la brecha comercial entre el mundo en desarrollo y el desarrollado, estabilizando los sistemas financieros durante las crisis y aportando la base para un proceso de profundización financiera en todo el mundo.

Las cooperativas han desempeñado un papel en la creación de un entorno global propicio, eliminando los obstáculos comerciales entre los países en desarrollo y los desarrollados a través del comercio justo y de otras formas de comercio alternativo que modifican los desequilibrios en las relaciones comerciales.

La vinculación de las cooperativas del hemisferio sur con los mercados del norte también permite conceder descuentos por producción ética y comercialización de productos que se utilizan para apoyar proyectos de desarrollo social en comunidades locales del sur.

Existe una amplia y creciente gama de productos de comercio justo que exportan cooperativas: café, té, artesanías, cacao, azúcar, bananas, miel, vino y flores.

Las cooperativas de ahorro y crédito pueden proporcionar algunos de los mejores medios para favorecer la profundización financiera y la base financiera para otros tipos de actividades de desarrollo en muchas partes del mundo.

En muchos casos, son las únicas organizaciones financieras formales existentes, particularmente en las zonas rurales remotas, en las que los socios puedan ahorrar y tomar prestado dinero para desarrollar sus propios negocios. Las cooperativas también proveen diferentes tipos de servicios de microseguros, con lo cual contribuyen a la estabilidad financiera.

Prácticamente las cooperativas ya están presentes en todas las áreas que los Objetivos de Desarrollo Sostenible propuestos contemplan al imaginar la dirección que tomará el mundo en su camino para convertir al desarrollo sostenible en una realidad. Aunque las cooperativas son fundamentales para alcanzar el desarrollo sostenible en todo el mundo, debido a su focalización en sus socios y en las necesidades locales, no siempre han tenido una actitud proactiva en los debates nacionales e internacionales. Con escasa notoriedad en los planos nacional e internacional, el potencial y la importancia de la contribución que las cooperativas pueden hacer a la concepción y puesta en práctica de los ODS parecen habérseles pasado por alto a los responsables políticos de los respectivos niveles.

Prioridades para las cooperativas en esta década

Ya pasamos la mitad del tercer año de la segunda década del siglo XXI, tras los estragos y cambios que dejó la pandemia del COVID, las turbulencias financieras, muchas cooperativas permanecen en un estado de crisis al que no se encuentra salida, y los organismos de integración no encuentran formas concretas de apoyar el crecimiento, desarrollo y consolidación de las cooperativas..

En muchos países de Latino América los gobiernos dan marcha atrás, recortan los gastos sociales y públicos, y dejan a los ciudadanos aún más vulnerables ante las vicisitudes económicas.

En distintas regiones en todos los países de la región las desigualdades siguen creciendo a medida que se producen cambios sustanciales en el poder económico, con las consiguientes repercusiones sociales.

Ante esta situación de incertidumbre y sufrimiento, las cooperativas pueden aportar soluciones factibles a las personas que viven en determinada región o país.  Recordemos que el modelo cooperativo es una manera comercialmente eficaz y efectiva de emprender actividades empresariales, que tiene en cuenta una mayor proporción de necesidades humanas, ventanas de tiempo y valores en la toma de decisiones.

Estamos en un momento histórico de oportunidades para el sector cooperativo, ahora que las instituciones políticas de muchos países luchan por mantenerse al día en un mundo que se transforma rápidamente, resulta esencial que las personas muestren mayor iniciativa, espíritu emprendedor y vocación cooperativa para enfrentar los inevitables desafíos sociales y medioambientales que nos aquejan.

Si las cooperativas no realizan acciones concretas en esta década, si no logran un avance coordinado en los próximos años, se desperdiciará este momento. En 2030, la pobreza habrá aumentado, las dificultades de los jóvenes también y el calentamiento global tendrá impactos más frecuentes en la vida diaria.

Con el fin de enfrentar la Visión 2030, por tanto, la estrategia principal implica que nos centremos en estos 7 temas críticos interrelacionados y establecer estrategias de aplicación con respecto a cada uno de ellos:

  1. Desarrollar y aplicar el concepto de Cooperativa 4.0 lo que implica implementar metodologías adecuadas para las cooperativas, utilizar herramientas eficientes, así como incorporar tecnología e implementar estrategias de comunicación especializadas.
  2. Fortalecer la gobernanza de la cooperativa y elevar el nivel de participación de los socios.
  3. Participar en la construcción del cooperativismo del siglo XXI.
  4. Definir la identidad de las cooperativas y establecer indicadores de gestión que nos permitan medir el cumplimiento de los principios cooperativos.
  5. Implementar una visión estratégica.
  6. Evitar el envejecimiento de la membresía.
  7. Establecer alianzas y fomentar la creación de redes de valor.

¿Cómo construir un cooperativismo adecuado a los cambios?

Esta es una pregunta fácil con una respuesta difícil, fácil porque es sencillo determinar la ruta, pero difícil porque para llegar al destino propuesto es necesario cambiar hábitos y paradigmas tanto personales como institucionales.

Para construir un cooperativismo adecuado a los cambios es necesario modificar la manera en que se realizan las actividades y acciones, para lograrlo es fundamental que la cooperativa adopte una cultura corporativa abierta en constante evolución como parte del cambio empresarial.

A mediados de la tercera década del siglo XXI la cooperativa necesita transformarse y para lograrlo debe implementar estrategias que se relaciona con la gestión de cambios y lograr que la cooperativa logre el estado deseado.

La rápida evolución tecnológica y los cambios en las condiciones de los negocios obligan a las cooperativas a replantearse su manera de trabajar; esto genera que se implementen iniciativas de transformación empresarial en todos los niveles.

Las cooperativas pueden comprometerse a tener un enfoque abierto, sin importar cuán diferentes sean, para lograrlo, deben aplicar ciertos principios de transformación, tales como:

  1. Transparencia: En las cooperativas transparentes, los materiales, las decisiones y los procesos no solo son abiertos y colaborativos, sino que también se pueden ajustar y revisar cuando sea necesario.
  2. Inclusión: Las cooperativas inclusivas buscan puntos de vista diversos y propician el debate entre las personas con distintas perspectivas siempre que sea posible.
  3. Capacidad de adaptación: La flexibilidad y la resistencia son elementos fundamentales para las cooperativas que buscan la participación y el aprendizaje constantes, lo cual contribuye a una mayor perdurabilidad.
  4. Colaboración: Las personas que forman parte de una cooperativa consideran que se trabaja mejor cuando se involucra a más participantes, lo cual se traduce en mejoras con el tiempo.
  5. Comunidad: Las cooperativas son comunitarias por naturaleza. Se rigen por valores y objetivos compartidos, los cuales son fundamentales para su éxito o fracaso.

Construir un cooperativismo peruano adecuado a los cambios implica implementar procesos específicos para transformar individuos, equipos y organizaciones de su estado actual para otro, así como el ambiente y las rutinas.  Estos procesos de cambio son necesarios para mantener la competitividad de la cooperativa.

Las cooperativas podrían seguir el siguiente proceso:

  1. Alinear los cambios con objetivos: Es importante pensar y repensar esta alineación; la idea de mejorar los procesos de la cooperativa será constantemente moldeada, cortada, eliminada y agregada. Más que resultados, los cambios precisan mantener una coherencia con los objetivos. Las transformaciones deben llevar a la cooperativa en la dirección correcta, de manera estratégica, táctica, financiera y ética.
  2. Acompañar los impactos: Los integrantes de los órganos de gobierno y el primer nivel de dirección deben comprender la manera en que los cambios afectan a cada equipo de trabajo de la cooperativa. Deben evalar los efectos y cómo fluyen a través de otros departamentos.Construir un plan de acción para evaluar y dar soporte a cuestiones importantes y mitigar impactos negativos.
  3. Renovar la comunicación:  es importante explorar varios medios de comunicación. Identificar al más efectivo, también es importante asegurarse de que la información sea bidireccional, pues eso aproximará a grupos e individuos a los objetivos.
  4. Compartir conocimiento: es importante un uso compartido rápido de conocimiento para concienciar a las partes interesadas. Las implementaciones de cambios pueden involucrar micro aprendizajes, como cursos en línea, sesiones de capacitación o aún hasta mentorías en la cooperativa.
  5. Estructura de soporte: Para ayudar a los colaboradores a adaptarse a los cambios, la mentoría realizada por especialistas o gestores puede ayudar en la solución de problemas. Esa estructura es crucial para preparar emocionalmente a los individuos con relación a las incertidumbres. Mientras los equipos estén siendo apoyados, obtendrán rápidamente aptitud. Eso permitirá que ellos ajusten sus habilidades y técnicas para alcanzar los objetivos deseados.

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