La resolución nació en marzo de 2021, conocida también como “Informe Socioeconómico”, y su alcance es para todas las cooperativas y mutuales del país y su cumplimiento es obligatorio.
El sitio oficial del Instituto Nacional de Economía Social – INAES, ya ha habilitado su carga.[i] La pregunta que muchos cooperativistas y mutualistas se hacen es: ¿qué busca el INAES, cuál es su finalidad?
En algunas cooperativas encontramos respuestas: “No poseemos esta información” o “de ese tema se encarga en contador…”, etc., etc., Es entendible que para el llenado de los datos hace falta tiempo y crear herramientas que permitan obtenerlos. Pero debemos tener una cosa clara: no podemos delegar que el contador la llene con información de datos que van más allá de lo económico y tiene que ver con el desarrollo de lo institucional, pues esa información no se halla en un balance económico.
Es necesario que los dirigentes tomen cartas en este asunto creando, cuando sea necesario, las herramientas de medición necesarias para cumplir con la Resolución 189.
También deben saber que no están solos, que hay profesionales y organizaciones que los representan como el Colegio de Graduados en Cooperativismo y Mutualismo de la República Argentina [ii]y técnicos en cooperativas y mutuales que están preparados para asistirlos. A ellos les podemos consultar, en ellos nos podemos apoyar.
La 189 está alineada al “cómo” se cumplen los principios cooperativos y mutuales en cada entidad. El eje no son otros que los principios rectores del cooperativismo y mutualismo, que son la mismísima esencia que originan este tipo de entidades. Estos principios son el ADN que debería identificar la presencia de una cooperativa o mutual en su zona de influencia.
Si bien INAES con esta herramienta pretende construir “políticas de gobierno”, no se fijará individualmente en cada entidad, su mirada será estadística en ese gran universo. Pero este mirar “cómo se encuentra nuestra organización”, no es algo que se pierde en una “nube digital”. La información que hemos brindado la debemos aprovechar para nuestro beneficio. Si hemos sido sinceros en responder, en cuantificar los datos que se nos solicitan, incluso ese cero que tendremos que poner en más de un ítem, si prestamos atención, nos devolverá una imagen e información que nos permitirá evaluarnos y que nos dirá a cuanto estamos de los principios rectores que sostenemos.
Con esa devolución se pueden elaborar programas para alinear a la organización, mejorando año a año con objetivos concretos y realistas. Estaremos volviendo a la fuente y los resultados no se harán esperar; al poner en práctica los principios notaremos que el camino se despega, incluso que cosas imposibles o lejanas, comienzan a verse como posibles.
Aquí se necesita constancia en el tiempo, no debe ser un hecho aislado. Hay cosas que necesitarán un cambio y como todo cambio algunas cosas no nos gustarán. Hay que tener la certeza que será lo mejor para la entidad, que no será tiempo perdido. Con un plan trabajo que nos acompañe, ajustándonos a los tiempos, veremos que estos objetivos empezarán a ser alcanzables y la organización empezara a verse como debe ser. De no hacerlo seguiremos forzando al sistema a sostener algo para el que no ha sido creado y por tal seguirá bordeando el camino sin poder subir al pavimento.
Para el año 2021 era obligatoria la presentación de los dos primeros principios. 1 Adhesión abierta y voluntaria y 2 Control Democrático. A partir de diciembre 2022, la matriz deberá ser completa en su totalidad.
La misma Alianza Internacional de Cooperativas[iii], liderada por el argentino Ariel Guarco, desde su sede en América Central, puso todo su ojo en ello. En su reciente libro “Principios Cooperativos en Acción”, nos invita a volver a nuestras raíces. Los ocho capítulos del libro exploran el impacto positivo del modelo cooperativo en la sociedad, la economía y el planeta. A. Guarco sostiene que, para lograr el desarrollo sostenible, la igualdad de género, la paz y el trabajo decente es necesario promover modelos empresariales que sean compatibles y convergentes con estos objetivos.
Los principios no funcionan solo de la cooperativa hacia adentro. No se limitan a la relación de la cooperativa con sus asociados, sino que también definen la relación con la sociedad. Principios como los de educación cooperativa, autonomía e independencia, cooperación entre cooperativas y, fundamentalmente, compromiso con la comunidad, nos hablan de nuestra relación con el resto de la sociedad.
Hace un llamamiento a los cooperativistas de todo el mundo para que “construyan un vínculo estrecho y dinámico entre la Identidad Cooperativa y los retos a los que se enfrenta la humanidad hoy en día”. De esta manera, las cooperativas, al igual que las mutuales, pueden posicionarse como un actor principal en los esfuerzos para la paz y el desarrollo sostenible.
El INAES, por su parte, liderado por Alexander Roig, hace eco de esta gran necesidad y como gesto de unión y acción, y con el consenso del mismo sector cooperativo y mutual, se llegó a vislumbrar la necesidad de la resolución 189/21, que nos permitirá, a partir de datos reales, planificar y pensar el desarrollo del sector de la economía social en la Argentina.
Este es el comienzo de una historia de “cómo nos vemos y nos ven” al modo de una organización inserta en el maravillo campo de la Economía Social. Si nos atrevemos ir más allá, nos esperará otro escalón, el “Balance Social”. Allí ya se encuentran varias entidades marcando caminos, abriendo brechas, poniendo firmes pitones para que otros también lleguen. Pero esa es otra historia que merece su capítulo aparte.
[i] https://www.argentina.gob.ar/inaes
[ii] El CGCyM posee sede en CABA y es una institución con 53 años de trayectoria, reconocida en el sector de la Economía Social. Visite el sitio oficial: cgcym.org.ar
[iii] Lo invitamos al sitio ica.coop para ver el extracto del libro.
Excelente la transparencia cooperativa tiene que ser el principio y el fin del cooperativismo