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Una salida asociativa y cooperativa para Vicentín

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Eduardo Héctor Fontenla
Eduardo Héctor Fontenla
Nació en Sancti Spíritu, Provincia de Santa Fe, Argentina, el 11 de septiembre de 1956. Es graduado de la Licenciatura de Cooperativismo y Mutualismo, egresado de la Universidad del Museo Social Argentino y de la licenciatura Ciencia Política y Gobierno, egresado de la Universidad Nacional de Lanús. Ha desarrollado una fuerte actividad de formación, de asistencia y transferencias técnicas especializadas hacia la organización, conducción, fortalecimiento institucional y de gestión de empresas cooperativas y mutuales. Fue integrante del directorio del Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES), Expresidente del Colegio de Graduados en Cooperativismo y Mutualismo (CGCyM) y asociado la Cooperativa Agrícola Ganadera de Sancti Spíritu Ltda. Animador de la Encíclica Laudato Sí; Movimiento Católico Mundial por el Clima, graduado el 04 de octubre de 2020.

Las indefiniciones, los malabarismos y los procesos judiciales de la Empresa Vicentín nos hacen pensar en una fórmula empresaria superadora como son las “Cooperativas de Nueva Generación” (CNG). Porque la salida no es la quiebra.

Ya existe presencia y participación económica cooperativa en la “crisis”  de Vicentin y fue a mediados de enero del año pasado, a poco más de un mes de que la empresa Vicentin se declarara el 4 de diciembre en cesación de pagos, cuando la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA) decidió poner en marcha un salvataje para las cooperativas que tenían acreencias con la agroexportadora.

La ACA es la principal acreedora comercial de Vicentin, por u$s 90 millones, haciéndose cargo de los compromisos que tenía esa Empresa con sus cooperativas asociadas, para recuperar esos fondos de operaciones certificadas.

Por ello, pensamos en las CNG, que toman, por definición, como empresa núcleo y articuladora de los factores de la producción y de la gestión y control a las cooperativas, y se basan en posicionamientos, transformaciones e innovaciones pensadas desde las necesidades y expectativas de los asociados y sus familias, asegurando que sean protagonistas y aumenten sus ingresos con distribuciones equitativas.

Como cooperativas núcleos y articuladoras podemos pensar en la ACA, en Agricultores Federados Argentinos Coop. Ltda. (AFA), Unión Agrícola de Avellaneda (UAA) y otras entidades de la economía social de significativa presencia operativa que deseen sumarse y concertar una salida asociativa con participación pública-privada, especialmente con el Banco de la Nación Argentina que tiene una acreencia de U$S 300 millones, e YPF Agro, entre otras.

Que quede claro: las menciones de cooperativas con acreencias son a título de ejemplo, y no son limitativas a ninguna entidad o sector, tengan o no activos en Vicentin. Sólo es imprescindible un fuerte compromiso con el país y gestión transparente y, hacer honor al lema “unidos para ser más fuertes”.

Una negociación conjunta, clara y real

El desafío es el de construir una moderna arquitectura económica, tecnológica, colaborativa y de expansión, con diseños organizacionales que reciban aportes de capital internos, y extra-cooperativo nacionales, que permiten sistemas y entramados de reproducción ampliada y que las coloca en condiciones semejantes o superiores a otros modelos empresariales capitalizados.

Aquí se plantea una cuestión de fondo, como es el de asegurar la participación, gestión y control por parte de capitales nacionales.

Obviamente, para el monto de la deuda de Vicentín, la capitalización propia cooperativa no es suficiente para la inversión de salvataje que se requiere. Por lo tanto, se debe tender sumar más actores locales/regionales, cooperativas, mutuales, productores acreedores, sin acreencias y de los terceros que pueden estar dispuestos a invertir garantizando desde la CNG resultados seguros, sostenibles y transparentes.

Aquí tenemos una forma de apoyar la inversión nacional con especial énfasis en lo local-regional y para proteger el trabajo, la generación de trabajo genuino, digno con participación y compromiso de las entidades de los trabajadores.

Ojalá podamos profundizar la búsqueda de consensos, para construir una salida cooperativa y asociativa a través del modelo CNG, que tiene muchos potenciales y también valores, principios y caracteres propios de organización. Utilizando una metodología compatible, partir de lo que une al movimiento cooperativo, en alianza estratégica con el gobierno nacional, los estados provinciales y los municipales.

El diseño de las CNG en el mundo no fue pensado para recuperar empresas en concurso, quiebra o crisis, sino que fue pensado y desarrollado para aumentar el agregado de valor en las cadenas agro-bio-industriales, con la participación de productores agropecuarios de pequeñas y medianas escalas.

Nos parece que este es un modelo de racionalidad empresaria para solucionar una crisis importante de producción y trabajo, como la que le generó Vicentín a la Argentina, que exportaba el 9% de los granos, oleaginosas y derivados.

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