por Carlos Gaskin*
Como en todo fin de año es tiempo para realizar un balance general, en este caso del quehacer mutualista. En un año marcado por acontecimientos internacionales que inciden en las distintas realidades sociales, como lo es el inicio de una guerra que afecta a Europa en su conjunto, graves problemas energéticos como consecuencia de la misma, procesos inflacionarios a nivel internacional, agudizamiento de diversos conflictos sociales, salida asimétrica luego de una post-pandemia a nivel mundial, etc. Nuestro país, a lo ya expuesto, agregó sus propios males endémicos y expuso una aguda crisis económica, distorsión de precios de referencia, fuerte crecimiento inflacionario, marcada desigualdad social, entre otros. Muy a pesar de todo lo descripto interpreto que nuestro sector, en su conjunto, estuvo a la altura de los acontecimientos.
Primeramente destaco que se obtuvo un oportuno acuerdo paritario, con el Sindicato que nuclea a los empleados del sector (UTEDYC), en sus dos tramos de discusión, lo cual no resulta un dato menor a la luz de conflictividad en temas laborales, destacando la firme voluntad de las partes en favor de un desarrollo empático de la actividad, en donde se reconoció tanto el esfuerzo de las mutuales para hacer frente a los mismos, a veces con recursos menos que escasos, como de los trabajadores en obtener un salario justo, el cual siempre es poco.
Otro punto a destacar es la proximidad del INAES, para con las Entidades, en cuanto al dictado de normas que potencialicen su doble función de contralor y promoción del mismo. Como lo es la disposición de una moratoria administrativa que permita a las Mutuales su adecuación a las exigencias legales, atendiendo a las realidades sociales en donde desarrollan su actividad y sus escasos recursos con que muchas veces se cuenta. Esta y otras normativas dictadas permiten un desarrollo de las entidades con la debida adecuación legal que hacen a la sustentabilidad del sector y su transparencia. En este aspecto resalto que desde CONAM no solo se llevó a cabo una tarea de capacitación, constante y permanente, a lo largo y ancho de todo nuestro vasto territorio nacional, sino que se acompañó tanto a Federaciones como a Mutuales en sus reclamos administrativos ante distintos organismo públicos nacionales, provinciales y/o municipales, con distintos resultados.
Como otro logro importante, he de mencionar, el haber visibilizado la problemática regional en el desarrollo del mutualismo en todas sus ramas, proveedurías, seguros, salud, ayudas económicas, etc. muy a pesar que en algunos casos los resultados fueron escasos, muchas veces por preconceptos erróneos hacia el propio sector y otro por intereses (políticos, económicos, culturales, entre otros), que siempre subyacen en toda actividad.
Por último quiero hacer público, como dato saliente, toda la adecuación tecnológica que llevaron adelante las entidades, para sostener a las mismas en la etapa saliente de la pandemia, y que en este último año se desarrolló aún más, permitiendo a las mismas estar a la altura de las exigencias de sus socios y la sociedad en su conjunto, estando en este sentido muy por encima de la media de otras actividades económicas.
Todo balance conlleva al análisis de los aspectos positivos y negativos de la actividad, en este caso me permito omitir estos últimos, no para negar la realidad sino por el contrario para plantearlos como desafíos del conjunto para el año próximo a comenzar.
En este orden destaco que siendo 2023 un año cargado por su agenda electoral, resulta un derecho-deber de todas nuestras instituciones, cualquiera su grado y sus dirigentes, tratar de visibilizar en su justa medida al sector y su implicancia macroeconómica, social, cultural, deportiva y regional, como uno de los actores sociales principales de nuestro país, en todas sus ramas como prestadores de servicios. Exigiendo como tales nuestro reconocimiento y posibilitando el pleno desarrollo del sector para propender al bien común social.
Requerir al efecto el acompañamiento del INAES, como organismo promotor de la política pública del sector y siendo las Confederaciones, Federaciones y Mutuales agentes multiplicadores de las mismas, debiendo a tal fin trabajar mancomunadamente al efecto.
Potenciar las economías y realidades regionales, en virtud de encontrarse nuestro sector representado a todo lo largo y ancho de nuestro país como ningún otro y de la manera más transversal reconocida. Peticionar en todas las provincias un reconocimiento equitativo del sector, trabajar de manera conjunta y de forma armónica para potencializar su desarrollo.
Toda situación de conflictividad social, económica y política, como en la que nos encontramos, debe ser aceptada como un desafío para el sector y tomando experiencias históricas vivenciadas me permiten inferir que para lograr una sociedad más justa, solidaria y equitativa en imprescindible desarrollar más MUTUALISMO, debiendo ser nuestra obligación poder lograrlo.
Felices Fiestas y un próspero 2023.
*presidente de la Federación de Mutuales Regional La Plata
