por Andrés Román*
Estamos finalizando otro año, afrontando aún los efectos y las secuelas de la pandemia provocada por el Covid 19. En éste contexto, la comunidad en general, y el mutualismo en particular, ha tenido que enfrentar dificultades profundas, y superar obstáculos complejos, asistiendo a sus asociados y asociadas en la búsqueda de la satisfacción de necesidades básicas.
Odema, desde cada una de las entidades de los países americanos, continuó dando respuesta a las diversas demandas sociales, con la efectiva prestación de sus servicios a la comunidad, fundamentalmente en lo atinente a la contención de las familias asociadas, tarea tan necesaria en los tiempos actuales. Mediante esa labor, se pone en evidencia el imprescindible rol que cumple el mutualismo durante las diferentes crisis mundiales, y su pertinencia en el desarrollo de políticas resilientes para la recuperación y la reconstrucción de las comunidades.
Al mismo tiempo, su dinámica practicidad, hizo reales y tangibles programas de formación, tendientes a fomentar y difundir prácticas y experiencias de trabajo, con el propósito de fortalecer a las entidades y potenciar el accionar del mutualismo en el continente americano.
Quiero también recordar que en 2018 se sentaron las bases de la Unión Mundial de la Mutualidad-UMM-, considerando al mutualismo como un vigoroso vehículo para promover la protección social a nivel global. A 4 años de su fundación, la Organización ha consolidado sus proyectos al servicio de las comunidades, como así también sus acciones desarrolladas en diversos ámbitos internacionales, resaltando los valores de la solidaridad.
La UMM sigue demostrando su potencial, realizando la 4° Asamblea Anual Ordinaria, en noviembre de este año, en la ciudad de Buenos Aires. Al mismo tiempo, se llevó a cabo –con una amplia participación- el Encuentro Internacional de Mutualismo, “El Cuidado como Pilar de la Protección Social”, con la intervención de los representantes de los continentes de África, Europa y América, junto a legisladores y autoridades nacionales e internacionales, dotándolo de una verdadera dimensión internacional.
No hay duda que la pandemia aceleró la transición a la era de la digitalización generando nuevos retos. Es así que, frente a estos desafíos, continuaremos trabajando para preservar los principios de la mutualidad en un nuevo escenario global, a través de proyectos ambiciosos, innovadores y unificadores, cumpliendo un papel determinante en la extensión de la protección social en todo el mundo.
Estoy plenamente convencido de que este momento es propicio para transformar a la mutualidad universal en organizaciones modernas cada vez más eficientes, colocándolas en un sitio de relevancia al servicio de las comunidades, con la responsabilidad de contribuir en el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible fijados por Naciones Unidas.
*Presidente de ODEMA
