- AMPLITUD DE LA ECONOMIA SOCIAL
Valoramos muchísimo a la economía social (ES), sin duda. Reconocemos sus enriquecedores resultados, más aún si se los compara con la economía del laissez-faire. De ahí la importancia de su vigencia. La necesidad de aplicación EXPANSIVA es ahora, en este crítico momento de inerte y adormecedora presencia de un individualismo aparentemente insoluble. Por lo tanto, con el respeto que nos merecen algunos colegas -relacionados o ejecutores de la economía social en la vida real- discrepamos cuando sostienen que ésta (la ES), es limitada a la mutualidad o al cooperativismo.
Los máximos exponentes institucionales de la economía solidaria están en el mutualismo y en el cooperativismo; pero no son los únicos. La ES es más que eso.
La riqueza general que genera la aplicación de los principios es tal que -con riesgo de ser anatematizados por los “ortodoxos” de nuestra economía- proponemos ampliar las figuras solidarias. Las nuevas deberían ser ejecutoras o abarcativas, sino de todos los principios, en cada una; por lo menos de una parte importante de ellos. Por eso sugerimos DILATAR (para ocupar más espacio, se entiende) la aplicación de representaciones de ES con AMPLITUD de criterios, con la generosidad del sentido común. Vemos que el efecto CIVILIZADOR será ampliamente benéfico, colectiva e individualmente. Lo de civilizador va de la mano con el contraste de otras materias que se jactan de una evolución benéfica en lo humano. La economía se sigue basando en la estancada ley de la selva, en la supervivencia del individuo más apto.
- LOS PRINCIPIOS DEL TERCER SECTOR
Rescatamos los principios de Roschdale; los de Manchester; los universales reconocidos en 2019 en Oxford; los belgranianos, recientemente justipreciados en 2020 por el INAES e inclusive los ODS (Objetivos de Desarrollo Sustentable).
De esas fuentes sugerimos la aplicación de estos principios (evitando repeticiones de distintas fuentes): la libre adhesión y retiro de los asociados miembros; el control democrático por los asociados y la participación económica; autonomía e independencia; fomento de la educación e información; permanente actitud de servicio; interés por la comunidad; responsabilidad, igualdad, equidad, justicia distributiva y estímulo de la solidaridad; respeto y promoción de la propiedad privada, entendiéndola como base de la libertad personal, familiar y en función social; fomento del orden institucional y estimulo de la producción; rechazo al lucro desmedido; promoción medioambiental; y un efectivo federalismo. Los valores universales focalizan en: ayudar a la familia, colaborar con el grupo, devolver favores, ser valientes y respetar a los superiores.
La gran mayoría se relaciona con el accionar económico, pero la totalidad responde a convenciones humanas. He ahí la distancia ética entre lo tecnocrático y el tercer sector.
- CARACTERÍSTICAS SOBRESALIENTES DE LOS PRINCIPIOS
Por eso, inducimos a los ciudadanos aislados, a los microempresarios, vecinos, grupos familiares, empleados, etc. a utilizar y adoptar figuras asociativas. No es aceptable la queja de desigualdad cuando existen numerosas y ricas soluciones solidarias. La unión hace la fuerza.
El nacimiento, desarrollo y permanencia de entidades intermedias es relativamente factible de lograr. Amerita la perseverancia de sus miembros y los logros son posibles de reconocer en corto plazo…o por lo menos la mitigación del sometimiento a un individualismo deshumanizante. Lo que se propone tiene características de universalidad, respetando la naturaleza humana, rescata una armonía socioeconómica. En el tercer sector, la economía social resalta, hace brillar y pone en acción elementos positivos de la personalidad. Como se dice modernamente, “empodera” a las personas para llevar adelante una vida digna.
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Nota del Director:
Interesante reflexión de nuestro querido amigo y colaborador Domingo Godoy, que nos lleva a destacar que el concepto de economía social ampliado puede asociarse a la idea de que, de algún modo, la práctica se va desarrollando a través de un recurso tecnológico como es la aplicación de mensajería instantánea (WhatsApp, Telegram, Facebbook Messenger, Google Chat, etc.)
Domingo está mencionando la integración espontánea, sin referencia al factor tecnológico, que me permito introducir como aporte complementario a la concepción ampliada de la ES.
Los grupos de mensajes tienen como propósito la integración de personas con un objetivo común: social, político, educativo, afinidad temática, etc.
Un caso paradigmático, en nuestro país, es el de la Red de Cooperativas Sociales, que reúne a grupos informales y organizaciones formalmente constituidas para operar en el campo de la salud mental, y cuyo crecimiento y consolidación tuvo, a través de la red digital, un fuerte impulso.
En sintonía con lo que expresa Domingo, es de esperar que la ES aproveche estos canales de comunicación, a través de la simple y concreta participación de los miembros de la comunidad.
