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Charles Gide y la “República cooperativista” ¿Quién fue este célebre pensador del movimiento solidario?

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Mathilde Blanchon
Mathilde Blanchon
Estudiante francesa de economía y ciencias políticas. Corresponsal de Mundo Mutual y Economía Solidaria en Francia

Charles Gide fue un nombre conocido de todos los estudiantes de economía del principio del siglo XX: su manual de economía política, reeditado 26 veces y traducido en 19 lenguajes, fue una referencia imperdible. Siendo al mismo tiempo fundador de la revista francesa de cooperativismo, presidente del movimiento del cristianismo social y miembro de la liga de los derechos humanos, quedó después de su muerte como una figura emblemática de la economía social. En la actualidad, el docente del Collège de France[1] es más bien conocido por su compromiso a la promoción del cooperativismo y como el fundador de la doctrina de la “escuela de Nîmes”.

En 1986, en el primer número de la revista L’émancipation Charles Gide publicó “Ni revolté, ni satisfait” (Ni revuelto, ni satisfecho), un artículo que encarnó la doctrina de la escuela de Nîmes. “Ni revuelto” porque Charles Gide rechazó el marxismo: no aceptó la violencia revolucionaria y refutó la lucha de las clases. Escribió: “En un país de sufragio universal, cualquier doctrina de revuelta es un sinsentido ” y “cualquier revolución, tanto si fracasa como si tiene éxito trae más sufrimiento a los pobres que la ruina a los ricos”.  Además, para él, el valor de un producto no proviene del trabajo que cristaliza, el lugar donde se decida de los precios es el mercado. Sin embargo, explico también: “no podemos considerar la organización económica de nuestras sociedades como satisfactoria…, no consideramos que este estado de cosas sea definitivo y no creemos que estemos reducidos a doblegarnos a él como a un destino económico.”. Así, el “ni satisfecho” disocia la doctrina de Nîmes del pensamiento liberal: según Charles Gide para lograr el progreso social es necesario regular los mercados para acabar con el lucro. Este fin del lucro puede ser posible, según él, promoviendo el poder del consumidor.

Para resumir, escribió en 1987: “todos aquellos que impulsaron el movimiento cooperativo y todos los que aún lo apoyan con sus esfuerzos y sus simpatías, son hombres que vieron en la cooperación una transformación, progresiva sin duda, pacífica, no hace falta decirlo, pero también radical del orden social actual. Para todos los que la han estudiado de cerca, la cooperación es una nueva forma de vida, es una nueva forma de organización industrial que tiene que sustituir la actual forma de organización industrial: – Si no es eso, no es nada.”

Esta visión lo llevará a ser criticado al mismo tiempo por marxistas y liberales: los marxistas acusándole de desarrollar una ideología burguesa impidiendo la emancipación del trabajador y las liberales rechazaron este movimiento por no incluirse en sus términos de la competición y del rendimiento financiero.

« La République coopérative » :

En 1889, en su introducción al congreso mundial de las cooperativas de Paris, Charles Gide presenta su proyecto utópico de “Republica cooperativista”. Según éll, el desarrollo de las cooperativas de consumidores permitiría disminuir las desigualdades y mejorar la calidad de vida de cada uno. ¿Porque el vector de esta transformación son las cooperativas de consumidor y no las cooperativas de producción? Gide respondió en el manifestó de la revista REC en 1921. Mientras que los productores están “necesariamente preocupados por los intereses profesionales y corporativos”, los consumidores “no pueden tener otros intereses que los de todos los demás”. Por lo tanto, estas cooperativas de consumo tienen derecho a convertirse en órganos de interés público, aliviando así el papel del Estado, que ha demostrado ser bastante inadecuado, al menos en el ámbito económico. “

La implementación de la “Republica cooperativista” se debería hacer, según el, en tres etapas. La primera consiste en federar las cooperativas de consumidores, invirtiendo en la creación de tienda al por mayor. La segunda etapa es de autonomización: las cooperativas invierten para producir ellas mismas lo que venden. Por fin, las cooperativas están dispuestas a comprar los bienes raíces que utilizan. De esta manera, una nueva relación entre consumidor y productor surgiría: el consumidor, propietario de los métodos de producción, va a poder directamente influir sobre la producción. Las cooperativas se volverían una «fuerza en el estado”. Eso representa para Gide “la verdadera democracia económica”,

Así, este proceso hasta la democracia económica no es el resultado de la acción coercitiva del estado, sino del resultado de la movilización de la Sociedad civil y de la libre iniciativa libre.

Sin embargo, rápidamente, el mismo se dio cuenta que su plan de reforma social tenía varias debilidades. En un texto de 1903, Gide se cuestionó sobre los enfrentamientos entre las cooperativas socialistas y las cooperativas de Nîmes, que dividieron el movimiento cooperativista. Además, notó una serie de disfuncionamientos que parecías alejar la realidad del proyecto utópico. Finalmente, lo que parecía más probable para Charles Gide fue el desarrollo de una economía mixta. Él explicó: «es cierto que no garantizamos que la asociación cooperativa puede sustituir a la sociedad anónima en todas partes: creemos que muchas empresas están destinadas a adoptar la forma de servicios públicos, ya sean nacionales o municipales – pero el mundo que viene será variado y habrá espacio para todos »

Charles Gide ¿Un teórico actual?

Hoy, las tesis de Charles Gide pueden parecer sobrepasados: su proyecto fue pensado para el fin del siglo XIX. De hecho, sus proposiciones concernían una realidad totalmente diferente de la nuestra. Sin embargo, su manera de abordar de manera muy práctica la cuestión social sigue inspirando los autores contemporáneos. Para Marc Pénin, la Idea de transformar el consumidor «pasivo y manipulado» en un actor es a la vez « fuerte y moderno ». Hoy, el consumo es pensado como una palanca para la transición ecológica y el desarrollo sostenible: consumir productos orgánicos, locales o proviniendo del comercio equitativo, participar en tiendas cooperativas como La Louve en Paris[1] o utilizar aplicaciones de información sobre los productos como Yuka[2] son percibidas como algunas maneras de resistir a los excesos del capitalismo mundializado.

La publicación del libro La Republica cooperativa de Jean François Draperi pone al centro de los debates actuales el trabajo de Charles Gide. El especialista francés de economía social utiliza el concepto más famoso para insistir sobre la necesidad para el movimiento cooperativista y en pensar en primer lugar una utopía social para luego expenderse de manera práctica.

Fuentes :

Defalvard, H. (2021). Trois « utopies réelles » d’hier aussi ambitieuses que concrètes : Buchez, Gide et Bourgeois. Dans RECMA n°359, 33-46 https://www-cairn-info.acces-distant.sciencespo.fr/revue-recma-2021-1-page-33.htm#plan

Draperi, J. (2021). Actualité et dépassement du « Manifeste ». RECMA, 361, 12-20. https://doi.org.acces-distant.sciencespo.fr/10.3917/recma.361.0012

Pénin, M. (2006). Charles Gide est-il toujours d’actualité ? Revue internationale de l’économie sociale, (301), 65–81. https://doi.org.acces-distant.sciencespo.fr/10.7202/1021569ar

Daniel, J. (2016). Chapitre III. Des années 1870 à la Grande Guerre : le marginalisme. Dans : , J. Daniel, Petite histoire iconoclaste des idées économiques (pp. 109-183). Pocket.

Puel, H. (2011). Compte rendu de [Solidarités. Les oeuvres de Charles Gide, vol. XI, Textes présentés et annotés par Patrice Devillers. Paris, Comité pour l’édition des oeuvres de Charles Gide, L’Harmattan, 2010, 273 pages]. Revue internationale de l’économie sociale, (319), 121–122. https://doi.org.acces-distant.sciencespo.fr/10.7202/1020815ar


[1] La Louve es el primer supermercado cooperativo y participativo de París, sin ánimo de lucro y gestionado por sus socios.

[2] Yuka descifra las etiquetas de sus productos alimenticios y cosméticos y analiza su impacto en la salud.


[1] El Collège de France, antes conocido como Collège Royal, es una importante institución de enseñanza e investigación creada por Francisco I en 1530.

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