Por Rosa Rodríguez
El 2021 será recordado como un año de transición en el mundo: donde pasamos de un momento de total incertidumbre a un escenario donde, gracias a lo hecho, podemos vislumbrar una etapa más favorable.
Las transiciones siempre implican un redoblamiento de energías para mantener los resultados conseguidos en etapas anteriores y alcanzar las nuevas metas que nos propusimos.
Gracias a lo hecho, podemos vislumbrar una etapa más favorable
Durante el presente año tuvimos un desafío más difícil que el año pasado: mantener los esfuerzos que veníamos haciendo en nuestras entidades contra el Covid-19 en todo el país.
Con orgullo puedo decir que no sólo lo hemos logrado sino que, además, a pesar de las adversidades multiplicamos todas las actividades que resultaron beneficiosas durante el año anterior. No ha sido ni es tarea fácil, por supuesto, pero la dirigencia, de la cual estoy muy orgullosa, trabajó sin descanso, generando una sinergia con el personal que trabaja en cada entidad, motivando a no bajar los brazos, y a estar más cerca de las necesidades de los asociados y de sus familias.
Desde CONAM y todas sus Federaciones adheridas, hemos trabajado en equipo y logramos multiplicar el acompañamiento y la capacitación de las entidades de primer grado, de forma presencial y virtual, estableciendo alianzas y estrategias con diversos organismos y profesionales especializados.
Asimismo, ayudamos a las entidades a iniciar el camino de la digitalización, para que pudieran estar más cerca de los asociados en este crucial momento, entendiendo que en muchos casos la mutual brinda un sostén económico y emocional para las personas.
Multiplicamos la asistencia y capacitación de las entidades de primer grado
Hemos acompañado a merenderos para víctimas de violencia de género, a hogares residenciales y comedores infantiles que atienden a personas con escasos recursos, a través de donaciones y de la generación de actividades que les permitan lograr un sustento propio.
Estamos convencidos de que la mejor forma de lograr la reactivación productiva es brindando todas las herramientas y el acompañamiento necesario para que por cuenta propia, a través del esfuerzo, compromiso y dedicación, se logre un crecimiento en cada entidad.
De esta forma, con la colaboración de organizaciones sociales, como cooperativas, clubes, sindicatos, municipios, secretarías, etc…, nos hemos acercado a entidades de gran cantidad de provincias argentinas, con las cuales hemos logrado un empoderamiento de su infraestructura y del trabajo que, en su mayoría, hacen con comunidades de barrios vulnerables.
En relación con esto. Celebro la gran reacción que tuvo el sector durante el 2020 y el posterior empuje que ha demostrado durante todo este 2021. Las entidades que componen la Economía Social Solidaria somos un faro de esperanza para miles de personas de nuestro país.
Por ejemplo, el otro día me contaba un asociado que su esposa había quedado desempleada producto de la pandemia y que gracias al Curso virtual de cocina que les brindó la mutual a la cual pertenece este asociado, donde tuvieron profesionales pasteleros de profesores, ahora su esposa había creado un micro emprendimiento de comida artesanal, el cual con mucho esfuerzo y dedicación estaba logrando enormes frutos.
En nuestro país hay multiplicidad de realidades, pero lo importante es comprender el vital cambio que podemos lograr desde nuestras entidades, capitalizando la experiencia adquirida.
Hemos adquirido capacidades de adaptación y superación de crisis impensadas en otros tiempos
Por otro lado, hemos sufrido la pérdida de valiosos dirigentes durante este año, como señalé anteriormente, no ha sido ni es fácil. Si bien estamos en una etapa de transición, debemos ser prudentes, a sabiendas de que el escenario de incertidumbre total ha pasado y que de ahora en más contamos con herramientas y la expertise necesaria para seguir gestionando de manera remota si resulta necesario.
En todo este recorrido, el INAES estuvo a la altura de las circunstancias y dictó una serie de Resoluciones que nos permitieron paliar las consecuencias del aislamiento social, preventivo y obligatorio, a través de la autorización a reunirnos a distancia, de la prórroga de mandatos, del tratamiento de los ejercicios económicos, etc. Igualmente, quiero especialmente señalar, que el sector necesita que el Estado en su conjunto nos acompañe con políticas favorables y sencillas, que no entorpezcan los procesos de otorgamiento de beneficios a los asociados. No podemos permitirnos que las mutuales pierdan su capacidad de cobro de cuotas sociales y servicios a través de códigos de descuentos, porque es una herramienta fundamental para muchas de ellas. Si ello ocurre, se perderían fuentes de trabajo y la asistencia a las personas que sí califican para una mutual pero no para el sistema financiero o los sistemas de salud privados. Es muy importante estar en contacto con las bases, que son el corazón del movimiento.
Por último, agradezco el espacio y quiero augurarles a todo el sector mutualista una hermosa navidad y un año 2022 venturoso, comprometiéndonos a continuar trabajando para el engrandecimiento de nuestras instituciones, por la visibilidad del sector y el acercamiento a toda la sociedad.
