La voz de Juan Pivetta, presidente de FAMSA, que desmenuza las consecuencias que afrontarán las mutuales luego del decreto del Poder Ejecutivo.
¿Este decreto es una sorpresa para FAMSA?
– Lo es solo en parte, porque hay muchos aspectos del decreto que no lo son, como el caso del “plan parcial” de los que ya se venía hablando, que se trata de la cobertura que dieron las mutuales durante muchísimos años y que cobraba acorde a lo que podían pagar las personas, por eso el pago era parcial y los servicios estaban acotados. Esto lo toma la medicina prepaga con una visión muy de mercado, como un gran nicho de mercado porque hay millones de personas sin cobertura en el país. Eso responde entonces a un pedido de las empresas privadas de salud, algo que en lo que venían reclamando desde hace mucho tiempo. En rigor, el decreto lo que hace es sacar de toda competencia al INAES en materia de servicios de salud, y lo pasa a la Superintendencia de Servicios de Salud. Ahora hay que esperar la letra chica de la reglamentación.
¿Qué otros cambios resultarían de difícil materialización?
– Los reglamentos de salud que aprobaba la Asamblea e iban al INAES ahora deberían pasar a la Superintendencia, eso es lo que interpretamos. Además, como el origen de esta ley era la medicina lucrativa, comercial, hay muchas cuestiones de terminología que chocaban contra la misma naturaleza jurídica de las mutuales y que aún persisten, por ejemplo cuando habla de “contratos”, lo que no existe en el sistema asociativo de la Economía Social y Solidaria, donde lo que hay son personas que adhieren a un servicio; otra terminología de la ley es cuando habla de “capitales”, cuando las mutuales lo que tienen es patrimonio. Estas inconsistencias todavía están.
¿Algún otro aspecto a destacar por el decreto que sea importante para el sector?
– Este decreto nos impone mayor urgencia para poder saber a ciencia cierta cuántas entidades hay en regla y cuántas podrán cumplir con la nueva reglamentación.
¿El corrimiento del INAES debilita al sector?
– Sí, claro. De hecho, siempre nos reguló el INAES y de una manera especial, porque la medicina lucrativa no estuvo regulada hasta casi el año 2011. La Superintendencia hasta hace unos años casi desconocía todo de nuestro sector. Hoy hemos avanzado bastante, yo me reunido con ellos varias veces.
¿Y hay una posición formal y pública de las mutuales de salud?
– FAMSA está hablando con Alejandro Russo para desarrollar una estrategia común, y donde primero realizaremos un dictamen. Aún no oficializamos una opinión institucional porque la estamos elaborando con distintas fundamentaciones, pero puedo adelantar que para muchas mutuales este decreto es una amenaza muy importante. El mutualismo va a pedir un espacio en la Comisión permanente y en la mesa de reglamentación del decreto, una silla para sentarnos. Todo es muy reciente.