El atentado dirigido contra la vicepresidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, el jueves 1° de septiembre, recibió el repudio de amplios sectores de la sociedad, y particularmente desde el mutualismo organizado. CAM y CONAM, en forma inmediata, emitieron contundentes comunicados que comparten el mismo título: “Mutuales Argentinas en defensa de la paz y la democracia”. Los valores de la paz y la democracia son intrínsecos a la naturaleza de las organizaciones mutualistas, y por lo tanto la invocación no solamente es precisa, sino que llama a reflexionar sobre qué tipo de sociedad queremos los argentinos.
Hemos construido un sistema vigoroso con base en la solidaridad, como concepto catalizador de acciones basadas en el amor, la tolerancia y la participación igualitaria; nunca un conflicto de una mutual -porque esa posibilidad no puede excluirse de la vida interna de las entidades- ensombreció la calidad del mutualismo argentino, que tiene ganada con sobrados méritos en el contexto de la economía social global.
Lo opuesto a los pilares de la salud de las organizaciones, el odio, la intolerancia y la exclusión, si las penetran como expresiones naturalizadas, no obtendrán otro resultado que la horadación de los valores y principios que las animan. De allí a la disolución, hay un paso.
La neutralidad política de las mutualidades no está dentro de una burbuja que las aísla del contexto en el que se desenvuelven sus acciones: como parte de la comunidad local y regional, el contexto, más tarde o más temprano, influye en la vida interna. Es inexacta la sentencia que expresa que “los problemas se dejan en la puerta”: los miembros de una mutual son al mismo tiempo ciudadanos expuestos a los acontecimientos sociales, políticos y económicos, y es en esta realidad que las mutuales producen respuestas para mejorar la calidad de vida de las asociadas y los asociados, pero no son islas que permanecen indemnes a los vaivenes externos, como los que pueden provocar posiciones políticas extremas que conducirían a escenarios caóticos, con consecuencias destructivas para la mayor parte de la población.
En la vida democrática, del país y de las instituciones, el ejercicio de la crítica es una atribución natural, con la connotación de positivo o negativo, de acuerdo con la conclusión que sobreviene al análisis. Pero algo muy diferente es la práctica odiadora, la anulación del otro con el que no se comparten las ideas, llegando incluso a la posibilidad de la supresión física.
Hay límites, y transgredirlos provoca -o puede provocar- efectos de gravedad, que dañen, de manera permanente, la paz en la que queremos vivir.
Mutuales Argentinas en defensa de la paz y la democracia
Desde la Confederación Argentina de Mutualidades (CAM) nos solidarizamos con Cristina Fernández de Kirchner, Vicepresidenta de la Nación Argentina, tras el atentado sufrido contra su persona y adherimos al feriado nacional decretado desde el Ejecutivo Nacional a los fines de que haya una expresión unánime en defensa de la paz y la democracia.
No hay destinos comunes sin un sentimiento de amistad y respeto profundo hacia quienes nos rodean, esos son los valores primordiales sobre el cuál se levanta un proyecto de país.
Millones de personas que en cada rincón de nuestra Patria cada día impulsamos la ayuda mutua, la solidaridad y la cooperación sabemos que la paz y la democracia constituyen principios incuestionables sobre los cuales edificar el bien común, valores que conforman la base imprescindible de la identidad y a su vez posibilitan futuros compartidos.
No basta con enunciarlos. Estos principios requieren sólidos compromisos, fuertes convicciones y acciones decididas y constantes de la totalidad de quienes formamos la comunidad a los fines de erradicar todo tipo de violencias, generar inclusión e integración y promover una auténtica “cultura del encuentro”, comenzando por los actores con mayores responsabilidad institucional y visibilidad pública.
El mutualismo argentino extiende su abrazo en estos momentos y llama a la reflexión a la dirigencia política, social, religiosa, a referentes culturales y mediáticos y a todas las personas que sientan en lo más profundo de su ser la necesidad de construir una comunidad que tenga como valores centrales e impostergables la paz y la democracia.
MUTUALES ARGENTINAS EN DEFENSA DE LA PAZ Y LA DEMOCRACIA
