Nacimos y nos formamos “profesionalmente” adheridos a valores y principios, reglas de juego, marcos normativos, formas de trabajar, de brindar servicios profesionales que van perdiendo valor, importancia y en algunos casos ya no nos permiten sobrevivir.
Nuevas reglas de juego están redefiniendo formas de trabajar y las competencias necesarias para sobrevivir y crecer. En este proceso de continua reescritura, no avanzar es retroceder.
Tanto los profesionales, como las organizaciones, que no puedan anticiparse a los cambios y entender el juego van a quedar “fuera de juego”.
Prepararnos, ¿nuevamente?, ¿para qué?, ¿qué competencias necesitaremos?
Seguro, nuevas competencias para un futuro en construcción.
La velocidad de las transformaciones acorta a pasos agigantados el promedio de vida de nuestras competencias. Si no las revisamos y cuestionamos a tiempo, sin darnos cuenta, dejarán de servir, se volverán obsoletas, poco necesarias. Profesionalmente, tendremos poco que ofrecer, poco para ser demandados.
Entonces… ¡reinventarnos e innovar!
Si seguimos haciendo lo mismo de siempre, si seguimos usando las competencias y soluciones de nuestro inventario habitual, quedaremos atrapados en nosotros mismos, en nuestras limitaciones.
Abrir, pensar distinto, hacer cosas diferentes, reinventarnos es indispensable.
Las transformaciones, los cambios, acontecen, podemos estar o no atentos, acontecen.
¿Cómo nos preparamos para trabajar, relacionarnos, asesorar, intervenir en las organizaciones?
Desarrollar la visión de trabajo en equipo, proyectos transversales, intervenciones de múltiples inteligencias, etc. con cuestionamiento a nuestras competencias técnicas es indispensable o continuaremos parados en “castillos mentales” cada vez menos útiles. El problema no está afuera, está adentro…
Tal vez seremos nuevos motivadores, gestores de redes, facilitadores del pensamiento transversal, integradores de inteligencias, etc. etc. tendencias todas que requerirán nuevas competencias, nuevos entrenamientos, diferentes formas de pensar, de acompañar a las organizaciones, etc.
El creciente desarrollo del trabajo por proyectos y en equipos transversales nos desafía a traspasar los umbrales de nuestras competencias técnicas adquiridas y desarrollar habilidades para construir redes, liderar y motivar a otros.
Un jefe de área debe comprender que gestionar el clima de su equipo, motivar y retener talentos es parte de su responsabilidad. Empoderar es tan fundamental como gestar y trabajar para producir las transformaciones que se requieran en su área de responsabilidad.
Las organizaciones necesitan entender los cambios, gestionar en forma diferente, abrir oportunidades para el desarrollo de personas que piensen para hacer posible algo diferente.
Como profesionales, entender “el afuera” cuestiona “el adentro” de nuestras competencias.
El futuro será diferente. Estaremos si lo entendemos y nos preparamos.
Liderar nuestra propia transformación nos facilitará acceder a un sinfín de oportunidades profesionales, seguir creciendo y contribuir a la transformación de la cultura en las organizaciones.
Frente a los cambios, nuestros propios cambios.
Las direcciones hacia donde se mueve el cambio no son obvias ni lineales. ¿Cómo estar preparados, si no tenemos certezas? Algunas tendencias, ya mencionadas, son evidentes; otras son mucho más sutiles, no hacen ruido, no emiten temperatura, son de difícil percepción, pero están…
Identificar el tren a la distancia y prepararnos para las oportunidades que trae requiere estar alerta.
¿Cómo pensarnos?, ¿cómo anticiparnos?, ¿cómo dejar de utilizar lentes antiguas que nos desenfocan?, ¿cómo pensarnos para tener futuro?
¿Qué nuevos saberes, destrezas y aptitudes tenemos que desarrollar para mantenernos competitivos y relevantes?
Movernos, buscar, reaprender, puede ser un inicio de un camino a los cambios que necesitamos para hoy y mañana.
Nuevas y más competencias profesionales para sostener profesionalidad.