Las mutuales y cooperativas escolares son esencialmente una herramienta pedagógica incentivada, diseñada e implementada por docentes pero desarrollada, de manera autónoma, por estudiantes tanto en los niveles educativos primario como secundario. Al mismo tiempo, son empresas asociativas integradas y gestionadas por alumnos de escuelas primarias o secundarias. Es decir, son entidades conformadas por menores de edad que asisten en condición de alumnos a un establecimiento educativo y que reproducen (en un contexto pedagógico y a partir de un proyecto formativo impulsado por el equipo docente, lo cual es el elemento distintivo esencial) la estructura organizativa y las pautas formales de funcionamiento de una mutual y cooperativa de adultos.
Constituyen, por ello, un espacio privilegiado para la transmisión de las competencias establecidas en la currícula, pues las mutuales o cooperativas son campos de acción para sus asociados, integrados por un objetivo en común.
El mutualismo y el cooperativismo como fuentes teóricas y empíricas para la pedagogía
Las mutuales y cooperativas escolares poseen otro rasgo distintivo que consideramos de mucho valor para su implementación en el ámbito educativo. Al ser parte natural del movimiento cooperativo y mutual, entendiendo a éste como un movimiento a nivel mundial, profesa una serie de principios y valores que actúan como misiones que toda organización de este tipo debe albergar y traducir en prácticas y actitudes correspondientes. Es importante tener presente, entonces, los principios que rigen tanto el sistema mutual como el cooperativo.
Principios mutuales
El IV Congreso Nacional de Mutualismo, que se celebró en la ciudad de Buenos Aires durante los días 3 al 6 de octubre de 1979, estableció los siguientes:
- Adhesión voluntaria.
- Organización democrática.
- Neutralidad institucional: política, religiosa, ideológica, racial y gremial.
- Contribución acorde con los servicios a recibir.
- Capitalización social de excedentes.
- Educación y capacitación social y mutual.
- Integración para el desarrollo.
Principios cooperativos
En 1995, la Alianza Cooperativa Internacional, estableció los siguientes:
- Asociación voluntaria y abierta.
- Control democrático por los asociados.
- Participación económica de los asociados.
- Autonomía e independencia.
- Educación, capacitación e información.
- Cooperación entre cooperativas.
- Preocupación por la comunidad.
Las mutuales y cooperativas escolares reproducen estas características sin perder de vista que su razón de ser consiste en ayudar a cumplir objetivos pedagógicos. Al decir de Drimer y Drimer “el éxito de las cooperativas [y mutuales] escolares no debe apreciarse a través de resultados materiales, sino en la medida en que sirvan para desarrollar aptitudes, estimular sanos hábitos e inducir a los futuros hombres y mujeres a basarse en el esfuerzo propio y en la ayuda mutua para solucionar sus problemas comunes” (Las cooperativas escolares; Editorial Intercoop; 2006; pág.15). Es decir, son dispositivos o herramientas educativas para la transmisión de competencias en un plan de formación de ciudadanos activos, conscientes, críticos, participativos, responsables, democráticos y trabajadores. Por ende, las cooperativas escolares deben estar íntimamente vinculadas al diseño curricular, de modo que las diversas asignaturas que componen los programas de estudio puedan ser experimentadas por los alumnos en las diversas acciones que desarrolla la cooperativa.
