Entrevista exclusiva a Andrés Román, flamante presidente de la institución. De larga trayectoria asociativista, este abogado platense cuenta sus primeros pasos y proyectos donde tiene la misión de sustituir nada menos que a Alfredo Sigliano
¿Cómo es su historia dentro del mutualismo?
– Mi vocación en el mutualismo arranca desde muy pequeño. Mi abuelo fue un dirigente mutual de muchos años, uno de los fundadores de la Asociación Mutual del Personal de Comunicaciones, entidad a la que yo iba a visitarlo a mis cinco o seis años. A medida que fui creciendo, también fui asimilando más la idea de mutualidad. Luego, a los veintitrés o veinticuatro años, cuando me recibí de abogado, hice algunos asesoramientos a los asociados de la mutual, acompañado por mi padre, que era el abogado de la entidad. Con el tiempo, conocí a Alfredo Sigliano, que me introdujo ya de lleno en la mutual con la renovación de autoridades. Empecé como vocal a participar de las reuniones de la Comisión Directiva. Con los años tuve con el mutualismo un vínculo mucho más estrecho, donde puedo decir que hasta me enamoré de esta forma de participación social.
Y ocupó nuevos cargos
– Fui primero Secretario de Actas y más tarde Secretario General. A su vez empecé a tener relación con las Federaciones y Confederaciones, como CONAM. Participé también de muchos seminarios, foros, charlas, etc. Y así pude empaparme de asociativismo hasta llegar a la vicepresidencia de AMPF.
¿Cómo recibió la designación al primer cargo en ODEMA?
– Me han distinguido y honrado con el cargo de presidente. Es un orgullo, un honor y un desafío, más teniendo en cuenta que debo reemplazar a Alfredo, un dirigente de una talla incomparable. No será un trabajo sencillo, lo he asumido como un legado de él hacia mí y no como derecho propio. Creo que con mis compañeros hemos entendido que lo que se viene es una labor compartida y entre todos. Quiero agradecer a Francisco Savoini, que asumió la presidencia de AMPF y la de Comunicaciones, y a mis pares de Comisión Directiva, por la propuesta y la designación de mi nombre.
¿Cómo ve el futuro cercano en este nuevo rol de dirigente internacional?
– Tengo una enorme expectativa pero también una enorme preocupación. Esperemos estar a la altura de las circunstancias y cumplir debidamente con el rol asignado. Tengo la plena convicción de ser una continuidad de la obra de Alfredo. No imagino cambios profundos, y tal vez, ni siquiera cambios menores. Espero continuar la senda y en la misma dirección. Quiero seguir con la misma convicción y rectitud con las que Alfredo llevaba adelante esta tarea.
¿Qué significó la figura de Alfredo Sigliano para usted?
– Un maestro. Y no solo en el orden de la mutualidad, sino también en el plano personal. Atesoro innumerables recuerdos de él. Quisiera resumir el sentido de su recuerdo en una frase con la que él solía terminar sus discursos: “Está todo por hacer”. Es una forma de ver la vida, aun habiendo conseguido logros.
¿Cuáles son hoy los principales objetivos para la gestión de ODEMA?
– En principio, continuar con este arduo trabajo de seguir promoviendo el mutualismo y desarrollándolo en el nivel americano. Y, fundamentalmente, conseguir que el mutualismo ocupe el rol protagónico que entendemos debe tener en la sociedad contemporánea. Una sociedad hoy muy golpeada por la pandemia. Buscaremos darle entonces mayor visibilidad e injerencia en las mesas políticas donde se toman las grandes decisiones.