“Siempre parece imposible hasta que se hace“
Nelson Mandela
Históricamente, los bancos, mutuales y cooperativas han desempeñado un papel crucial en la economía y la sociedad, ofreciendo servicios, financiación, ahorro y promoviendo la inclusión social. La creación de bancos en Argentina respondió principalmente a la necesidad de estabilizar el sistema financiero y facilitar el comercio y la inversión, especialmente tras recurrentes crisis económicas y desorden monetario. Adicionalmente, se buscaba impulsar el incipiente sector agropecuario e industrial a través de herramientas de financiación.
El sistema financiero argentino nace con la creación del Banco de la Provincia de Buenos Aires, el 6 de septiembre de 1822. Este banco fue el primero en Argentina y también en Hispanoamérica y puso en circulación los primeros billetes en el país. En el año 1891 nacó el Banco Nación Argentina y recién en el año 1935 se creó el Banco Central de la República Argentina como resultado de una reforma monetaria y bancaria.
La primera Mutual fue creada en el año 1854, y fue la Sociedad Francesa de Socorros Mutuos. En el año 1910 ya funcionaban 659 mutuales con más de 200.000 asociados. La primera cooperativa se formó en el año 1873, y fue la Sociedad Cooperativa de Producción y Consumo de Bs As. Tanto las mutuales como las cooperativas surgieron por la necesidad de colaboración y solidaridad entre personas para lograr objetivos comunes, para cubrir riesgos o para generar oportunidades económicas y desarrollo social.
Actualmente, hay aproximadamente 3900 mutuales y 19.076 cooperativas con 227.000 puestos de trabajo en todo el país. En el presente, el sistema financiero argentino está conformado por 78 entidades financieras, de las cuales 63 son bancos, 13 públicos y 50 privados. En resumen, la relación entre el sistema financiero, las mutuales y cooperativas es una interacción dinámica, donde las mutuales y cooperativas son tanto usuarios del sistema financiero como alternativas de financiamiento, contribuyendo al desarrollo local y la economía social y solidaria.
Dentro de las entidades reguladas por el BCRA, se encuentran los Proveedores no Financieros de Crédito, en la actualidad 457, entre los cuales se encuentran 111 mutuales y cooperativas. Los PNFC tienen un importante rol en la inclusión financiera, especialmente para aquellos que no tienen acceso a los servicios financieros tradicionales. Los PNFC, incluyen a las empresas fintechs y otras entidades no financieras. Las mutuales y cooperativas, como cualquier entidad económica, requieren del sistema financiero. El sistema tradicional, en su búsqueda de rentabilidad, no siempre puede satisfacer las necesidades de financiamiento de la economía social, especialmente en zonas rurales o con poblaciones de bajos ingresos.
Las cooperativas y mutuales, al enfocarse en la economía local y la generación de empleo, pueden contribuir al desarrollo regional y la mejora de la calidad de vida de la población. Mutuales, cooperativas y bancos han sido fundamentales para el crecimiento del país y actualmente evolucionan sus roles y funciones en respuesta a los cambios económicos, sociales y tecnológicos.
Estamos ante nuevos desafíos, capacitación financiera, transformación y alfabetización digital, incorporación de más productos y servicios y fortalecimiento de las entidades. Entre las alternativas de desarrollo conjunto, podríamos citar las Agencias Complementarias de Servicios Financieros, como una alternativa que favorezca la inclusión financiera.
¿Ante este nuevo desafío, llegó la hora de la coopetencia?
Foto: Museo Banco Provincia
