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por Alejandro Galay
Luego de una larga discusión, idas y venidas, con dimes y diretes por doquier, el Senado sancionó finalmente el polémico Proyecto de Ley que grava a cooperativas y mutuales en particular. Hubo heridos de todo tipo: manifestaciones públicas de repudio, declaraciones de resignación y hasta quienes celebraron un mal menor.
Tras un eterno intríngulis parlamentario, el Senado de la Nación aprobó el miércoles 12 de diciembre y como parte de un paquete que se votó sin debate, el Proyecto de Ley que crea un impuesto al patrimonio de cooperativas y mutuales financieras y de seguros, con una tasa menor a la que estaba prevista en el ya derogado Artículo 126 del Presupuesto 2019: a saber, fija entre 3% y 4% la tasa de la contribución que las entidades de la Economía Social y Solidaria dedicadas al ahorro, el crédito y el seguro realizarán por cuatro períodos fiscales.
La norma senatorial se dio con 59 votos afirmativos y 1 en contra, donde la Cámara Alta homologó un paquete de proyectos que ya estaban acordados entre los bloques, en el que se incluía el referido al sector, que modifica el artículo 126 del Presupuesto Nacional para el año entrante.
El Senado ya había aprobado su propio proyecto sobre el tema, pero Diputados volvió a iniciar el trámite como Cámara de origen -por tratarse de un tributo- a través de una propuesta de Luciano Laspina, presidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda.
Claro que esta sanción definitiva era esperada por el sector aunque la repercusión ha sido variopinta. Algunos lo tomaron como una victoria pírrica y otros como un golpe deliberado al bolsillo de las cooperativas y mutuales, que ya bastantes tribulaciones tienen.
En ese sentido cabe recalcar la declaración pública de Alejandro Russo, presidente de la Confederación de Mutualidades Argentinas (CAM), que dijo: “Es importante dejar en claro que esto es transitorio, por cuatro años y que el sector no reconoce el pago de impuesto sino una contribución especial”. De acuerdo a los datos que aporta la CAM, existen hoy en Argentina 5000 mutuales que brindan servicios a 6 millones y medio de habitantes.
La iniciativa se había originado en un reclamo de las entidades, que pedían una disminución de la presión tributaria, ya que el primer Proyecto de Ley del Presupuesto 2019 fijaba una tasa del 6% sobre el capital por encima de los 50 millones de pesos. En la ley correctiva se establece que las entidades cuyo capital sea de hasta 150 millones de pesos pagarán una tasa del 3% como impuesto, mientras que las que superen este monto deberán abonar una alícuota del 4% más otros 3 millones de pesos. Hay que agregar además que el mínimo no imponible se mantiene en la ley ratificada, y será actualizado anualmente por inflación.
Otra voz a destacar es la de la Asociación Internacional de la Mutualidad, que nuclea a más de 59 organizaciones de 30 países de Europa y el mundo, y que difundió a través de su revista mensual (AIM “FLASH”, nro. 165) un texto que considera como un logro lo acontecido en Argentina respecto del Impuesto a las Ganancias. Allí pueden advertirse algunas frases salientes como: “El movimiento cooperativo y mutualista argentino ha revertido la propuesta del Gobierno que pretendía someter a las entidades sin ánimo de lucro, como las mutuas y las cooperativas, al impuesto sobre la renta del que están legalmente exentas.”
Así las cosas, las entidades de la Economía Social y Solidaria se preparan para otro arduo y dificultoso año, con la esperanza de salir adelante y construir un futuro promisorio y solidario para la sociedad en la que viven.
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