La pandemia de COVID-19 transformó el mundo en distintos niveles, y aunque nos cueste aceptar algunos cambios, finalmente se impondrá la aceptación de que llegaron para quedarse, y será inevitable que nos adaptemos a las nuevas circunstancias.
La no presencialidad es uno de los rasgos más destacados de este momento, para evitar la propagación de este virus que, cuando parecía que finalmente la irrupción de las vacunas la frenaría, surgen variantes más contaminantes, como es la llamada “Delta”; somos optimistas en que finalmente se superará este trance amargo, que ha costado tantas vidas, pero lo que se vislumbra es que llevará más tiempo del que imaginábamos.
En el mientras tanto, personas e instituciones hicieron todo lo posible en la continuación de una seudo normalidad, observando los protocolos establecidos por las autoridades sanitarias, eludidas solamente por una minoría que, pese a esta condición, puso y sigue poniendo en riesgo a sí mismo y a quienes eventualmente lo rodeen.
Mundo Mutual y Economía Solidaria, nuestras dos publicaciones, adquirieron el formato digital para minimizar los contactos, y así es como llega a miles de lectores de nuestro país y de otros países, tal como se determina a través de los sistemas de seguimiento. Así es como una estudiante francesa, Mathilde Blanchon, se contactó para llevar a cabo una pasantía, mediante convenio con su institución educativa.
La modalidad de edición tuvo, además, una importante decisión: la de dirigir las publicaciones a unos 30.000 lectores mensuales, para difundir las doctrinas mutualista y cooperativa, materializadas en múltiples acciones de nuestras entidades, que se reproducen en nuestros medios y que tienen como objetivo máximo el de mantener en el punto más alto posible las cualidades que nuestro sector solidario ostenta.
Y de solidaridad se trata, justamente, nuestro pedido a las entidades y personas que siguen nuestras publicaciones, para que realicen un aporte voluntario, muy módico, para que podamos seguir sosteniendo los recursos materiales que hacen posible esta misión, y llegar paulatinamente a más lectores, y reafirmar en la comunidad la importancia de nuestras instituciones solidarias.
Al reafirmar nuestra voluntad de ponernos al servicio de las organizaciones de la Economía Social y Solidaria, mutuales y cooperativas en particular, asumimos un compromiso que, para que sea cumplido permanentemente de la mejor manera, dependemos de ese acto solidario.
Nuestro agradecimiento a las entidades que nos apoyan, y a las que se suscriban, para que la prédica asociativista continúe su marcha.
