jueves 18 | abril 2024
20.3 C
Buenos Aires

Infarto de miocardio: afección prevenible y tratable

Recomendadas

Dr. Mario F. Bruno
Dr. Mario F. Bruno
Presidente de la Sociedad Argentina de Periodismo Médico; Vicepresidente de la Sociedad Argentina de Cancerología; Presidente del Comité de Cuidados Paliativo de AMA (Asociación Médica Argentina); Presidente del Comité AntiTabaco de AMA Vicepresidente de UATA (Unión Antitabáquica Argentina); Director de los cursos anuales de 1) Periodismo Médico 2) Cancerología, 3) Cuidados Paliativos (AMA); Miembro Emérito de ASCO (American Society Clinical Oncology); Miembro Titular de ESMO (European Society Clinical Oncology); Director Médico de Medicron S.A. (Centro Oncológico)

La enfermedad cardiovascular (infarto de miocardio, accidente cerebrovascular e insuficiencia cardíaca), afecta globalmente a 520 millones de personas. Constituye la principal causa de muerte en todo el mundo. Fallecen alrededor de 18 millones de personas por dicha razón, representando el 31.8% del total de todas las muertes.

En Argentina, ocurren alrededor de 100.000 muertes anuales, equivalente a 280 por día. Por ello, la Federación Mundial del Corazón, que trabaja ligada a la Organización Mundial de la Salud (OMS), ha establecido desde el año 2000 que todos los 29 de septiembre se conmemore el Día Mundial del Corazón, como una estrategia para dar a conocer, masivamente, las medidas de prevención, control y tratamiento. Es muy importante saber que varias enfermedades relacionadas al corazón no presentan síntomas hasta que se encuentran muy avanzadas. Si bien existen muchos tipos de enfermedades cardiacas, la más frecuente es el estrechamiento de las arterias coronarias, que son los vasos sanguíneos que suministran sangre al propio corazón. A esto se le llama “enfermedad coronaria” y se desarrolla lentamente con el transcurso del tiempo. Es la causa más importante por la cual las personas sufren infartos. Los orígenes de esta enfermedad son múltiples, siendo los más frecuentes: el tabaquismo, la diabetes, la presión arterial alta y la obesidad. Cualquiera de estas afecciones favorece la aparición de placas de ateromas constituidas por un engrosamiento localizado de la pared de la arteria en cuyo interior suele haber una gran cantidad de colesterol, sumado a un aparte de tejido fibroso y células muertas. Al reducirse su diámetro, se obstaculiza el pasaje de la sangre, bloqueando el flujo sanguíneo. Si la obstrucción es parcial, se produce la llamada angina de percho. Si es completa, las células que no reciben el oxígeno que transporta la sangre, entonces mueren, originándose el infarto de miocardio.

Los síntomas de la angina de pecho incluyen dolor y malestar en el pecho, que posiblemente se podría describir como presión, opresión, ardor o hinchazón, de corta duración, sin superar los 20 minutos. Es posible que también aparezca dolor en los brazos, el cuello, la mandíbula, los hombros o la espalda. También pueden ocurrir mareos, fatiga, náuseas, falta de aire y sudoración. Si la obstrucción arterial es completa, se produce el infarto de miocardio. Los síntomas del infarto de miocardio son: dolor muy fuerte y opresión en el pecho, que puede aparecer de forma brusca o durante el ejercicio. Y puede acompañarse de dolor en otras partes del cuerpo: mandíbula, cuello, espalda, brazo izquierdo, zona abdominal. El dolor no desaparece en reposo, ni varía con movimientos ni con la respiración. Suele acompañarse de mareo intenso, sudor, cansancio inexplicable, latidos anormales del corazón, dificultad para respirar, náuseas y vómitos. En esta afección, el tiempo es un factor vital. Cuanto más tiempo pasa desde los primeros síntomas hasta que se atiende el paciente, mayores son los problemas que puede causar en el corazón, incluso provocar la muerte.

El tratamiento, de acuerdo a cada circunstancia, puede ser quirúrgico o farmacológico. En el primer caso, se emplea la angioplastia que consiste en colocar un material en forma de malla (stent) en la pared de la arteria coronaria para hacer fluir la sangre correctamente. El procedimiento se realiza a través del cateterismo, que consiste en introducir un catéter (tubo, generalmente largo, delgado y flexible), a través de las arterias de las extremidades (la arteria femoral, en el muslo, o radial, en el antebrazo), que sirve como conducto para hacer llegar el stent a la arteria coronaria. El infarto de miocardio es prevenible. Para ello, se recomienda controlar la presión arterial, no fumar, alimentarse bien con comidas naturales a base de vegetales, evitando la sal, las grasas, sean del alimento o la preparación; también se aconseja limitar el consumo de hidratos de carbono (harinas y pasta), beber alcohol con moderación y evitar el consumo de bebidas y jugos azucarados, que pueden ser suplantados por la ingesta de agua y bebidas sin azúcar; asimismo, evitar consumo de alimentos procesados y envasados, ya que suelen tener un alto contenido en sal, azúcar y grasa; y, fundamentalmente, realizar 30 minutos de actividad física moderada o intensa 5 veces a la semana.

Asimismo, se recomienda un chequeo en salud una vez al año y recurrir al médico ante la menor duda. Aquellos que tengan familiares con alguna enfermedad, es decir, los que tienen predisposición a padecer enfermedades cardiovasculares, deben realizarse controles anuales, más allá de la edad. Otros tipos de enfermedades cardíacas pueden ocurrir en las válvulas del corazón, o el corazón puede no latir bien a causa de una insuficiencia cardiaca, que será tema de otra nota.

Ilustración: Matías Roffe

Responder

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aqui

Últimas noticias

Nueva Comisión de Asuntos Cooperativos en el Parlamento

La Comisión de Asuntos Cooperativos, Mutuales y ONG de la Cámara de Diputados quedó formalmente constituida luego de la...

Noticias relacionadas