El presidente de CONINAGRO hizo un recuento del Congreso Internacional del último martes. Entrevista exclusiva con el rauchense.
¿Qué balance hizo sobre el Congreso Internacional de CONINAGRO realizado esta semana?
– El balance fue altamente positivo, principalmente por el planteo de la revalorización de la producción agropecuaria y el cooperativismo en general entendidos como aportes al desarrollo económico del país y al bienestar de la gente. Este creo que fue uno de los puntos sobresalientes. Por otro lado, quedó muy en claro que nuestro sector rural, junto a las cooperativas, no tiene que ser visto solamente como una fuente de dólares, sino también por lo que vale para cada comunidad, movilizando las economías locales y regionales, y realizando contribuciones a instituciones sociales, como fundaciones y ONGs, por ejemplo, que participan en la actividad de las colectividades donde las entidades cooperativas son muy importantes tanto en la vida social como en la producción económica.
¿Alguna diferencia en particular con los anteriores que valga la pena destacar?
– Creo que, en este Congreso, además de contarle al público acerca de la participación regional que estamos haciendo de modo conjunto con las cooperativas de Brasil, Paraguay y Uruguay con el fin de abordar algunos temas cruciales, no solo de comercialización y medio ambiente, presentamos a su vez el compromiso que asumimos las cooperativas de estos tres países y la Argentina para trabajar en varios temas de manera vinculada, y esto sí es un hecho distintivo, sin ninguna duda.
¿Cuáles son los dos o tres reclamos primordiales que hoy el sector agrario le hace a la conducción económica del país?
– Nosotros primero hacemos una alta valoración y reconocimiento a que se haya liberado y desregulado gran parte de la economía; a propósito de esto, se liberaron los 7 cortes de exportación, lo que antes dificultaba la comercialización de la carne, y se bajó el impuesto PAIS. Por otro lado, se está trabajando en aliviar el famoso “costo argentino”, que no está solo en la alta carga impositiva sino en regulaciones que aún persisten; por ejemplo, despachar un contenedor en Argentina es mucho más caro que hacerlo en los países competidores que tenemos, y esto ya nos pone en desventaja. El gobierno prometió que en cuanto alcanzara el equilibrio fiscal y ordenara las cuentas públicas nos iría bajando el peso tributario, en especial las retenciones. Nosotros vemos que se están dando pasos auspiciosos para la producción, no obstante, seguimos reclamando porque hay productores que están en una situación límite y necesitan medidas concretas. El último punto de nuestro reclamo es la utilización de las ventajas competitivas de nuestro país como productores de alimentos saludables con sustentabilidad socioeconómica y ambiental que, merced al Carbono, nos pone en un lugar inmejorable que deberíamos aprovechar. Eso fue lo que se habló en el bloque internacional del Congreso. Hoy podemos ser otra vez el supermercado del mundo. No lo desaprovechemos.
Desde que usted está en la presidencia de la Confederación, ¿qué aspectos ligados al cambio puede subrayar?
– En principio, yo estoy muy orgulloso del estímulo que le hemos dado a la juventud. Durante el evento los jóvenes tuvieron una participación plena, desde la construcción del Congreso hasta la participación y presentación que hicieron con un bloque específico con los temas que a ellos les interesan. Este es el resultado de un trabajo muy importante con doscientos ochenta jóvenes. Ojalá que sea otro paso para seguir trabajando con ellos, dándoles el espacio y las oportunidades que se merecen. Ese es nuestro semillero, como le solemos decir.