El ingreso de la población activa se ha deteriorado tanto, que en una enorme cantidad de casos está en niveles que solamente son compatibles con la pobreza.
Sabido es que en la actualidad deben trabajar todos los miembros de una familia, y ante la necesidad de priorizar lo económico, se ha relegado a un segundo lugar el cuidado de los niños.
Pero hay un aspecto muy importante que debería atenderse y que constituye una preocupante situación que se está agravando por la prolongación de la vida, y que merece ser estudiado por la mutualidad, si no queremos seguir profundizando tanta injusticia social, se trata de la protección de los adultos mayores que están solos, desde el momento en que se jubilan hasta que pierden su capacidad de valerse físicamente por sus propios medios.
Estas personas, en general, no tienen lugar adecuado en donde estar en nuestra sociedad. Pues a esas edades, son muchos los que se quedan solos. A su vez, a sus hijos les resulta muy difícil, y en muchos casos les es imposible, ocuparse de ellos.
A los adultos mayores que están solos, les resulta difícil hallar un ámbito en el que puedan compartir la vida con personas de su misma edad. Los establecimientos existentes, donde podrían alojarse, resultan inaccesibles para la gran mayoría de las personas.
Por eso es necesario que en la mutualidad se estudie la posibilidad de dar respuesta a este problema que se va agravando gradualmente. Y además, lo deberán afrontar en el futuro los que aún no han llegado a esas edades.
A modo de propuesta, podría comenzarse como prueba piloto, tomando uno de los tantos hoteles que posee la mutualidad, que en muchos casos, no están aprovechados en su totalidad ni mucho menos, por lo que se deben soportar los costos de mantenimiento sin que puedan ser absorbidos por los ingresos. Con lo cual, se podría resolver el problema planteado sin ocasionar déficit, y muy probablemente, puede producir superavit. Por ser hoteles, cuentan con todas las comodidades que se necesitan.
A los servicios para los que están preparados esos edificios, habría que agregarle lo siguiente: enfermería durante las 24 hs.; emergencias médicas y algún médico de la zona contratado por el sistema de capitación que esté dispuesto a atender a quienes lo soliciten.
Mediante el sistema de cuotas mensuales conque las mutuales prestan otros servicios, podría implementarse el “Servicio de Casa de Mayores” o como quiera denominárselo.
Entonces, con la recaudación mensual de quienes aporten al servicio, más una parte de la jubilación de aquellos que lo utilicen, más un aporte del Estado a través del PAMI, de la Anses, o del organismo que se ocupe de la protección de los ancianos, puede hacerse posible la financiación y sostenimiento de este servicio. A esto habría que agregarle un período de carencia para que el sistema comience con una base económica y financiera sólida que asegure su continuidad.
Por supuesto que esto requiere un profundo análisis para determinar su grado de factibilidad en cada caso y para evitar riesgos, habida cuenta de que uno de los factores importantes a tener en cuenta para hacerlo posible, es la edad promedio de los potenciales usuarios.
Es necesario entonces, llevar a cabo un cálculo actuarial para establecer con una base técnica la viabilidad del proyecto. Es recomendable que esto sea realizado, ante la falta de experiencia en la prestación de este servicio en nuestro país. Cabe señalar que en nuestro país ya hay entidades que lo prestan, razón por la que podemos estimar que es posible hacerlo, con la prudencia que el tema requiere.
Del mismo modo que la mutualidad ha resuelto aspectos muy importantes, entre tantos otros, por ejemplo, los subsidios por fallecimiento, que sin ninguna duda atienden el problema económico de los familiares que han tenido la desgracia de perder a un ser querido, es tiempo de pensar que hay que darle solución a las personas que legítimamente y por el esfuerzo que realizaron, merecen gozar de una buena calidad de vida en un ámbito propicio.
Las personas que se alojen en la Casa de Mayores, encontrarán personas de su misma edad con quienes podrán compartir los temas que les son comunes. Podrán tener la comodidad necesaria de una habitación, baño, salas de estar, etc., y recibir la alimentación en los comedores, que como hemos dicho, será el edificio de un hotel. Podrán tener libertad para sus movimientos, y además, ninguno de los que se alojen en estos lugares será una carga para los familiares, lo cual constituye un gran alivio para quienes tienen que hacerse cargo de ellos, lo que en muchos casos les significa, además, no poder disfrutar plenamente de sus propias vidas en edades en las que se tienen otros intereses y posibilidades.
Desde Mundo Mutual hacemos un llamado a todos los mutualistas para invitarlos a estudiar este tema tan importante, y sería muy conveniente que en los próximos encuentros en los que se organicen comisiones para actuar como talleres de trabajo, se cree una comisión para estudiar y debatir este tema tan importante para la sociedad toda.
Quienes deseen contactarse por este tema con otras mutuales a través de Mundo Mutual, como siempre, tienen el espacio disponible. Cuenten con Mundo Mutual y ¡Manos a la obra amigos mutualistas!