En el marco del Ciclo de Conferencias que despliega la Federación de Mutualidades de las Fuerzas Armadas y de Seguridad (FEMFASE), se presentaron ponencias sobre “La cuestión ambiental hoy, desde una perspectiva global, regional y nacional” y se realizó en el Palacio Balcarce (CABA).
Por Jorge Núñez y Alejandro Galay / Fotos: Silvia Macedonio
En el marco del “Programa de capacitación para la gestión de mutuales”, elaborado a partir del convenio entre la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET) y la FEMFASE, y con el auspicio del Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES), se realizó el pasado 17 de octubre esta conferencia en el histórico Palacio Balcarce, sede del Centro de Oficiales de las Fuerzas Armadas.
La conferencia se inició con la presentación del Gral. de Brig. (R) Fabián Alfredo Brown, presidente de la mutual de segundo grado, que dio la bienvenida a los concurrentes. Después tomó la palabra el presidente del INAES, Dr. Marcelo Collomb, quien pronunció unas palabras de bienvenida y contó algunas anécdotas del funcionamiento del ámbito mutual en los años ochenta y noventa del siglo pasado. A tal efecto, enfatizó la trascendencia que tiene la capacitación para los dirigentes mutualistas en virtud de las demandas que conlleva hoy el nuevo siglo. Particularmente, hizo referencia a la importancia de establecer proyectos sustentables (con el planeta tierra y la ecología) dentro del marco de la economía social.
A continuación, el economista Arnaldo Bocco, ex Director del Banco Central y especialista en el funcionamiento de las entidades de la ESS, hizo una introducción a la posterior conferencia y puso en situación a los participantes acerca del cambio climático y las modificaciones que eso implica en las economías globales; mencionó el ejemplo, a este respecto, del desastre recientemente acontecido en el Amazonas.
Después llegó el turno de la exposición propiamente dicha, donde dos especialistas –el Dr. Homero Bibiloni y el Lic. Osvaldo Girardin- compartieron una profusa cantidad de conocimientos acerca de la contaminación ambiental, las transformaciones climáticas del planeta y las aplicaciones que la economía global y los bloques político-continentales hacen al mundo de la globalización, hoy dividido entre Estados Unidos, China y la Comunidad Europea.
Presentamos los puntos más importantes del coloquio de Bibiloni:
Hay un colapso de los recursos naturales en el planeta, ya que no todos son renovables.
El cambio climático es un problema político, económico, cultural, social y ambiental, que en un Estado de derecho se resuelve mediante decisiones políticas que intervienen en un espacio de fuertes intereses.
Los seres humanos nos multiplicamos por siete en el mismo espacio planetario con el correr de los milenios. Por tanto, tenemos un problema de crecimiento demográfico con límites físicos. En ese universo, nuestros predecesores fueron sumamente amigables con la naturaleza; si uno mira las estadísticas de hoy, tomadas en relación al paso del tiempo, nuestra actualidad es apocalíptica.
Los países que más contaminan son los que más poder tienen y los que dicen normativamente qué es lo que hay que hacer en consecuencia.
La lógica de comprensión de los problemas ecológicos depende de los lugares; una cosa es África, otra es Europa, por ejemplo. Si miramos medio oriente, el medioambiente ya es objeto de potencial conflicto bélico.
Estamos ante la desaparición de varias especies, esto es muy grave. La naturaleza tiene equilibrios que el hombre se empeña en destruir; es el caso de cadenas tróficas arruinadas.
El peso de Argentina en el problema climático global es ínfimo.
En cuanto a la intervención de Girardin, pueden acentuarse los siguientes momentos:
Entre los factores que influyen sobre el cambio climático están fundamentalmente algunas actividades económicas, ligada en buena medida a los sistemas energéticos, la productividad industrial y la explotación minera.
El punto central es el del efecto invernadero y la emisión de gases en función del calentamiento global, que es a lo que solemos denominar cambio climático.
Un punto histórico de quiebre es la revolución industrial moderna. En el siglo XX la humanidad toma conciencia del drama ambiental por medio de la evidencia empírica a partir de los años ochenta. Ahí nos dimos cuenta de que el nuevo problema era acumulativo y había llegado para quedarse. Es ahí donde se resuelven las políticas de Estado y las decisiones conjuntas de los bloques para prever futuras catástrofes que, una vez que acontecen, resultan irreparables, como por ejemplo la desaparición de un bosque o los efectos de una inundación. El punto, entonces, es la precaución donde se decide sobre la incertidumbre.
La visión que en general se transmite sobre el cambio climático suele ser ingenua, dando por sentado que no nos va a afectar a todos por igual ni tanto. Para que uno entienda la dificultad que esto tiene en las mesas de negociación de los países desarrollados, lo que está detrás de esta discusión es la competitividad a largo plazo de las economías de esos países. Hay sectores más activos que otros, dependiendo de las urgencias que tengan.
Estados Unidos, que está más ligado a al combustible fósil, negocia de modo diferente que al que negocia Europa. Es una heterogeneidad interna, con distintos niveles de exposición.
Al finalizar, el público realizó una ronda interactiva de preguntas que confluyeron en un ida y vuelta con los conferencistas donde el debate se extendió hasta pasado el mediodía de un lluvioso día porteño.
