Por Lic. Nora Landart, Coordinadora de la Comisión de Equidad de Género de CAM
Las integrantes de la Comisión de Equidad de Género de CAM habíamos planificado para el corriente año algunos objetivos generales: avanzar en la inclusión en la agenda de nuestras organizaciones de la temática relacionada con los cuidados; continuar trabajando para la sanción legislativa de medidas de acción positiva que favorezcan la participación de las mujeres en espacios de decisión; y la construcción de un espacio de integración concreto, que habíamos empezado a tejer hace algo más de tres años, y denominamos “Red Latinoamericana de Mujeres de la Economía Social Solidaria”.
Destaco la reacción temprana de nuestra Confederación. Siempre reconocemos a nuestras organizaciones por su despliegue territorial, como espacios estratégicos para la difusión comunitaria de acciones y/o medidas de prevención, promoción y desarrollo de buenas prácticas, por lo que habitualmente proporcionamos recursos a las federaciones y mutuales, tal fue el caso a comienzos de marzo, sobre el dengue y coronavirus.
Desde que se decretó el aislamiento social, preventivo y obligatorio tuvimos plena conciencia que nuestra tarea iba a ser esencial, no solo por la característica de los servicios que brindamos, sino por su impacto en la vida cotidiana, con su consecuente incremento de violencia en las personas más vulnerables, entre ellas las mujeres.
Esta pandemia había que enfrentarla con solidaridad y capacidad de gestión, valor constitutivo de nuestra praxis habitual. Ahí residió la clave que nos permitió articular 20 acciones en pocos días, que se pueden agrupar en:
* Difusión de dispositivos de atención y asistencia a las víctimas de violencia de género.
* Organización de redes de asistencia a necesidades básica de los sectores más vulnerables de las comunidades donde brindamos servicios mediante la entrega de alimentos, abrigo y elementos de bioseguridad.
* Colaboración en armado de Hospitales de Campaña.
* Campañas de promoción de cuidado y ayuda solidaria a adultos mayores, y medidas de prevención de coronavirus y dengue.
* Acceso a formación básica tecnológica y estrategias para llevar adelante el teletrabajo y la educación virtual.
* Acciones articuladas con las Defensorías del Pueblo y Niñez y Adolescencia y Cooperativas locales.
* Elaboración y distribución de barbijos e insumos sanatoriales.
* Promoción de Protocolos/Manuales de Buenas Prácticas orientados a la incorporación del impacto de sobrecarga de la tarea y cuidados en la vida de las mujeres.
Colectivamente, nos sostuvimos cada una de las mujeres que representamos los 18 provincias que integramos la Comisión de Equidad de Género, y trabajamos en la consecución de los objetivos planteados. Así es que desarrollamos conversatorios y capacitaciones en la temática de cuidados, reconociéndolo como un derecho, una responsabilidad social y colectiva, en la que nuestras organizaciones también deben estar comprendidas.
Asimismo, queríamos visibilizar, sensibilizar a los órganos directivos y acercar recomendaciones. También logramos poner en funcionamiento la Red Latinoamericana de Mujeres, con la participación de México, Colombia, Brasil, Chile, Ecuador, Perú, Bolivia, Uruguay y Paraguay.
Quiero hacer una mención especial al espacio generado por INAES, que nos permitió encontrarnos a las/os/es actores de la economía social y solidaria, compartir experiencias (desde nuestras diversas y plurales formas de ser), realizar actividades, diseñar proyectos para incidir en la agenda pública y lograr legislación específica. Y quiero también agradecer a las personas con las que compartimos la tarea cotidiana y en especial a las mujeres mutualistas argentinas, con quienes en un mundo de concentración extrema y dolorosas desigualdades, tenemos el firme propósito de construir una economía respetuosa de la dignidad humana y el medio ambiente, justa, solidaria e igualitaria.
