Luego de haberle sido declarada la falta de mérito por una causa de facturas apócrifas, y de salir de la cárcel -donde estuvo más de un mes y contrajo Covid- el presidente del Grupo Devoto habló con Mundo Mutual
¿Cómo se encuentra usted en este momento?
– Después de más de 35 días en los que estuve detenido por una supuesta utilización de IP de Internet en la cooperativa de servicios públicos, finalmente pudimos demostrar que nosotros somos vendedores del servicio y que esa utilización pudo haber sido de cualquiera de los más de 1.300 clientes que estaban conectados a ese IP, pero no nosotros, que no teníamos nada que ver. Demostramos que somos inocentes y la persona que había hecho la facturación, que es la imputada legalmente, es un empleado de la institución que había sido desvinculado en el 2016, incluso con una denuncia penal por robo. Por ende, no tenemos ninguna vinculación con él.
¿Cómo lo vivió?
– Lamentablemente fue un proceso bastante largo, difícil desde el punto de vista técnico, pero con la aprobación final del juez a cargo, que terminó dictando la falta de mérito, así que estoy libre por completo y trabajando normalmente.
Luego tuvo Covid
– Sí, me lo agarré en la cárcel. Estuve una semana internado pasándola mal, pero ya la semana pasada me sentí mucho mejor, y ahora estoy trabajando en la oficina de vuelta. Me siento muy bien. En nuestro pueblo, hasta principios de septiembre, no habíamos tenido ningún caso y ahora hay casi doscientos.
¿Qué cambios han hecho en el Grupo Devoto?
– Hemos desdoblado la atención al público. Y en la fábrica vamos aislando a los casos positivos del resto. Nos ha repercutido en una baja del 10% de la producción de fábrica
¿Proyectos nuevos?
– Estamos armando una proveeduría en un nuevo local de 2.000 metros cubiertos. Nos está costando mucho terminarlo porque las empresas que vienen a trabajar también tienen el mismo problema con el Covid en sus empleados. La idea es inaugurarla a fin de año, o a más tardar a inicios del año próximo. Y también tenemos un proyecto en curso donde hemos comprado 20 hectáreas de terreno para la construcción de viviendas, y hemos sacado un concurso que se llama “Devoto Crece” para que los arquitectos del pueblo presenten alternativas de construcción y subdivisión de esos terrenos con la idea de edificar en el predio
