Toda persona tiene derecho a obtener mediante el esfuerzo nacional y la cooperación internacional la satisfacción de los derechos económicos, sociales y culturales indispensables a su dignidad y al libre desarrollo de su personalidad, de acuerdo al artículo 22 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Esta obligación implica, y así lo expresa el artículo 28, la exigencia de establecer un orden social e internacional en los que los derechos y libertades proclamados por la Declaración se hagan plenamente efectivos.
En el 70 Aniversario los cooperativistas reclamamos que se cumpla con este mandato: es necesario ampliar los esfuerzos de la cooperación internacional para la construcción de un orden social que haga efectivo el cumplimiento de los derechos humanos.
Esto, en términos actuales, exige cooperación internacional para el pleno cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible aprobados en el 2015 por Naciones Unidas: fin de la pobreza, hambre cero, vida sana, educación de calidad, igualdad de género, agua limpia, energía asequible y no contaminante, trabajo decente, industrialización, reducción de las desigualdades, ciudades sostenibles, producción y consumo responsable, combate al cambio climático, conservación de los océanos, defensa de la biodiversidad, sociedades justas, pacíficas e inclusivas, y fortalecimiento de la alianza mundial para el desarrollo sostenible.
Sin embargo, como lo expresa la Declaración de Buenos Aires, aprobada en octubre de este año durante la V Cumbre Cooperativa de las Américas, la globalización económica hegemonizada por el capital financiero ha provocado el desamparo de cada una de nuestras comunidades, y esto ha debilitado la confianza en las instituciones de la cooperación internacional.
Frente al desamparo, la crisis ambiental y la desigualdad social que provoca la globalización financiera, es necesario construir una nueva economía global que responda a las necesidades y aspiraciones de cada comunidad local y que se sustente en la potencia de la fraternidad humana y el compromiso social por sobre el individualismo y la especulación.
Los hombres y mujeres de cada comunidad deben reasumir la soberanía sobre el uso de sus ahorros, sobre su fuerza de trabajo y sobre su consumo, para construir una economía al servicio del desarrollo sostenible, y esto debe ser acompañado por el esfuerzo nacional y la cooperación internacional.
A 70 Años de la Declaración Internacional de los Derechos Humanos los cooperativistas trabajamos para hacerlos efectivos demostrando que la cooperación construye economía al servicio de la dignidad humana.
Fuente: Cooperar