Guillermo Potenza, presidente de la Asociación de Empleados de la Administración Nacional de Aduanas, cuenta el recorrido de esta entidad casi centenaria cuya sede central es el solar paterno donde nació Manuel Belgrano, a pocos metros de la Plaza de Mayo.
Por Alejandro Galay / Fotos: Santiago Núñez Bonifacino
MM: ¿Cómo es su historia en AEANA?
GP: Soy presidente desde hace 20 años. Esto se produjo cuando estaba en funciones trabajando en la Aduana y hubo en ese momento una intervención del INAES en 1999. Cuando el tiempo de la intervención finalizó, fue la hora de que se hicieran nuevas elecciones para la conducción de sus autoridades legítimas.
MM: ¿Cómo fue esa reapertura?
GP: No fue fácil. Hubo que hacer gestiones. Los interventores de aquel entonces cobraban un muy buen sueldo y dar por finalizada la intervención no les era conveniente. En verdad, la causa de dicha intervención era bastante rebuscada, más por motivos políticos que por nuestros incumplimientos, como tantas entidades que tenían balance positivo y fueron intervenidas. Fue una época muy mala para todas las mutuales del país. En ese mismo, 1999, yo asumí la conducción.
MM: ¿Usted tenía experiencia en gestión de mutuales?
GP: No, yo venía de ser Subdirector General de Aduanas del Interior y había hecho toda mi carrera en la Aduana, estamos hablando de una carrera de cincuenta años, pero sin experiencia mutualista. Y así empezamos, juntándonos fuera del horario de trabajo y sin cobrar nada a cambio, ya que esto es una empresa social de trabajo voluntario.
MM: ¿Cuántos asociados había en este entonces y cuántos hay ahora?
GP: Muy similar. En ese tiempo había unos tres mil, más de los que hay ahora, que son menos de dos mil quinientos, aunque sin sumar los adherentes, que hemos aumentado mucho, y de los que tenemos hoy alrededor de mil quinientos.
MM: ¿Y cuántos había cuando se fundó la mutual en 1923?
GP: También una cifra muy parecida, más de tres mil.
MM: O sea que se ha mantenido el número a lo largo de casi un siglo, todo un dato.
GP: En el comienzo, la Mutual fue la primera institución intermedia que tuvo la Aduana, algo que antes no tenía, ni siquiera la sindical, que empezó a interiorizarse sobre la actividad gremial a partir del año 1958. Y los mismos dirigentes mutualistas eran los que tenían la visión sindical. La institución intermedia respondía a la necesidad de empleados que querían ciertas coberturas y se comenzó con el servicio de sepelio.
MM: ¿Cómo funcionaba el tema de la federalización?
GP: Al principio era solo nivel Buenos Aires. Después con el tiempo se fueron creando delegaciones en el interior. En la actualidad, donde hay una aduana hay un representante. Son empleados y voluntarios que asisten a los beneficiarios en cuanto a trámites en todo el país.
MM: ¿Qué servicios tienen?
GP: Bueno, el de sepelio que es el primero, como decía, y se mantiene. Después, tenemos servicios médicos ambulatorios, donde se usa mucho el de odontología y enfermería; servicios de capacitación; turismo; y ayuda económica, que es muy importante. Todos en todo el país.
MM: Además, AEANA forma parte de FEDEMBA y de CONAM
GP: Sí, así es. Yo soy miembro del Consejo Directivo de FEDEMBA
MM: ¿Cuántos empleados tiene la mutual?
GP: En total treinta. Y la Aduana da empleo a más de cinco mil
MM: O sea que más o menos uno de cada dos empleados de la Aduana está en la mutual
GP: Más o menos esa es la proporción, cincuenta por ciento.
MM: ¿Qué proyectos tienen para este año?
GP: Para el 2020 tenemos proyectada una capacitación online en todo el país. Estamos trabajando con los profesores. Será todo sobre Comercio Exterior y algunos otros cursos relacionados, como de idiomas. Estamos cerrando un convenio con una mutual amiga que nos daría la plataforma para hacerlo online. AEANA tiene una larga tradición en Educación, ya desde hace décadas. Además, continuamos con el “puente solidario” donde contribuimos con artículos escolares a treinta colegios de frontera, y un acuerdo con la Universidad Nacional de Quilmes, donde llevamos alimentos a más de tres mil chicos en todo el país. Es la forma en la que nos abrimos a la comunidad.
Mundo Mutual agradece las gestiones de Ingrid Koch para la realización de la entrevista.
Un grupo de aduaneros pertenecientes a Buenos Aires, con profunda vocación solidaria, se unieron para formar una asociación el 19 de diciembre de 1923. Nació así la Asociación de Empleados de la Administración Nacional de Aduanas de Ayuda Mutua y Previsión. Es la primera organización intermedia creada por funcionarios de la ex Dirección Nacional de Aduanas, que a fines del 2019 cumplió sus 96 años de existencia.
Hasta los años 70, la Mutual se encontraba abocada a la actividad social y deportiva. En esa época incorporó otro perfil, extendiendo su accionar al resto de la sociedad, y apadrinando la primera escuela de frontera en la recóndita Mina Bélgica, La Quiaca, provincia de Jujuy. Tanto fue el agradecimiento de la población y de las autoridades que el establecimiento lleva el nombre de “Escuela Aduana Argentina”.
AEANA también creció patrimonialmente con la compra de inmuebles tanto en Buenos Aires como en el interior del país. Todo el avance realizado se vio truncado cuando el 10 de Mayo de 1976 el gobierno militar decidió la intervención, que duró hasta el 30 de Octubre de 1981, año en que se convocó de nuevo a elecciones para que la mutual fuera gobernada de modo legítimo.
Con la presidencia del profesor Jorge Fontanella, acompañado por importantes dirigentes, se inició una nueva etapa, y a las prestaciones existentes se incorporó la capacitación, concretándose con el Ministerio de Educación, Dirección del Adulto, las carreras de Perito Mercantil con orientación aduanera y Técnico Superior en Aduana.
En 1992, con la presidencia del Señor Héctor Abatemarco, se compraron los edificios de la calle Venezuela 431/433 y 441/445/449 (CABA), donde funciona hoy la sede central de la mutual. Tiempo después, un grupo de historiadores ayudado por arqueólogos descubrieron que dicha fachada había sido nada más y nada menos que la casa donde vivía, en la época de la colonia, la familia Belgrano, en cuyo seno crecería don Manuel.
