miércoles 24 | abril 2024
11.2 C
Buenos Aires

Acerca del lucro

Recomendadas

Felipe Rodolfo Arella
Felipe Rodolfo Arella
Lic. en Cooperativismo y Mutualismo (UMSA). Magíster en Animación Sociocultural (Universidad de Sevilla). Ex-Presidente del CGCyM. Periodista, docente e investigador especializado en Economía Social y Solidaria, Género y Desarrollo Local.

Todos los mutualistas, cooperativistas, asociados y fundadores afirman, con razón, que sus entidades “no persiguen fines de lucro”. Ello es así porque la tradición cultural, la costumbre y la legislación otorgan ese carácter a las mutuales, cooperativas, asociaciones civiles y fundaciones.

por Felipe Rodolfo Arella

 

La ley argentina de mutuales N° 20.321 dice en su artículo 2 que:

Son asociaciones mutuales las constituidas libremente sin fines de lucro por personas inspiradas en la solidaridad, con el objeto de brindarse ayuda recíproca frente a riesgos eventuales o de concurrir a su bienestar material y espiritual, mediante una contribución periódica.

Ahora bien, veamos qué es el lucro.

El lucro es la ganancia que le corresponde al capital. En las empresas comerciales, industriales o de servicios sus dueños y accionistas buscan que el capital aportado se acreciente constantemente para obtener un beneficio económico más allá del que pudieran tener por ser parte de la empresa como directores, empleados o consumidores.

Las mutuales se organizan para que sus asociados se brinden servicios entre sí y no para obtener una renta por el capital o aportes realizados. Los excedentes que logran las mutuales en sus operatorias tienen que volcarse en más y mejores servicios para sus asociados.

Los hechos económicos y sus impactos en la sociedad fueron estudiados por Platón en La República y por Aristóteles en su Política y la Ética nicomaquea. Los conceptos de estos filósofos influyeron grandemente en el pensamiento económico occidental y muchas de sus ideas llegaron a ser adoptadas por economistas recientes.

 

Platón

Platón señala que el origen de las ciudades (y del Estado) debe hallarse en que una sola persona o familia no puede satisfacer por sí sola todas sus necesidades básicas de manera efectiva. De allí que los hombres se vean obligados a asociarse entre sí para poder, cada uno con sus conocimientos y habilidades, contribuir a que todos tengan lo que necesitan: alimentos, vestimentas, viviendas, instrumentos de labranza, medios de transporte, muebles y enseres para la vida cotidiana. Es así como se produce la división del trabajo y surgen las distintas profesiones, con lo cual se incrementa la producción y la oferta de bienes porque los hombres tienen distintas habilidades y cualidades.[1]

En el Libro IV de La República, Platón desarrolla la teoría de que los gobernantes y guerreros deben vivir en un régimen de economía común, sin propiedad privada y sin derecho a enriquecerse, porque se los debe alejar de las riquezas al tiempo que evitarles la pobreza ya que la primera engendra el libertinaje, el ocio y la sublevación y la otra el servilismo, la malicia junto con la sublevación.[2]

Este filósofo bosqueja para su república un sistema de comunidad de los gobernantes y guerreros en la cual ninguno tendrá mujer propia, pudiendo tomar a una para sus uniones sexuales de acuerdo a una planificación regulada por los magistrados, quienes en fiestas religiosas sortearán la formación de las parejas y los hijos que de ellas resulten no conocerán a sus padres. Asimismo, su cuidado y educación estarán a cargo del Estado. Estas ideas han sido recogidas siglos después por numerosos utopistas como Charles Fourier en su obra Falansterio, el marxismo-leninismo y son de aplicación espontánea por la sociedad moderna.

 

Aristóteles

Aristóteles fue el primero que estudió las relaciones económicas y sus consecuencias. Lo hizo principalmente en sus obras Política, libro I y Moral nicomaquea, Libro V, capítulo 5. Este discípulo de Platón criticó algunas ideas de su maestro, especialmente en lo referente al colectivismo que debía implantarse en las relaciones económicas y sociales de los gobernantes y guerreros. A su vez, realizó importantes aportes para el conocimiento de la economía sosteniendo que la propiedad debía ser privada, aunque consideraba que la utilización de los bienes podía ser común, idea que es tomada más tarde por Tomás de Aquino.

Otro tema profundizado por el Estagirita[3] fue el de la “crematística” que se ocupa de la obtención de los recursos y el intercambio de bienes que deriva en la obtención del lucro, porque si bien las necesidades del hombre son limitadas y se satisfacen con pocos bienes, el deseo de poseer muchos más y sobre todo dinero es ilimitado, y los medios por los cuales el hombre consigue aumentar su patrimonio son el comercio y el interés que cobra por prestar dinero. El comercio es una actividad crematística porque permite a los hombres obtener mayor cantidad de fortuna sin que hubiera intervenido para nada en la producción de bienes.

Este enfoque moral de Aristóteles sobre el comercio, el interés y la usura impregnará toda la concepción sobre lo justo o injusto, lo moral o lo inmoral de las actividades económicas según se realicen para satisfacer las necesidades naturales de las personas, o bien, para su enriquecimiento. Desde el siglo IV antes de Cristo y hasta nuestros días ese tema no se ha cerrado como puede verse en numerosas obras modernas que, como la de Charles Gide, rechaza el lucro y pregona el precio justo en la economía cooperativa.[4]

Uno de los aportes de este pensador griego para el conocimiento de la economía fue la definición de tres de las cuatro funciones de la moneda: función de cambio (se puede cambiar moneda por bienes y servicios), función de numerario (el valor de los bienes está representado en unidades de moneda) y función de acumulación de valores (se puede acumular sin límite de tiempo –ahorro). Le faltó analizarla como patrón de pagos diferidos (instrumento liberador de las deudas).

 

Satisfacción de las necesidades

  • Trueque:

            M – M´ (Mercadería por Mercadería)

  • Aparición de la moneda:

Compra: M – D (Mercadería por Dinero)

Venta: D – M´ (Dinero por otra Mercadería)

Circuito:  M → D → M´

(Mercadería por Dinero por otra Mercadería)

 

  • Desarrollo del comercio:

D → M → D´ (siendo D´ mayor que D)

(Con Dinero compro Mercadería para venderla por más Dinero)

D´→M→D´´ (siendo D´´ mayor que D´)

(Con más Dinero compro mercaderías para venderlas por mucho más Dinero)

Lucro – Usura

D → D´ (Con dinero gano dinero con los intereses cobrados)

D´→ D´´ (Con el dinero ganado más sus intereses gano más dinero)

D´´→ D´´´ (Así continúa el acrecentamiento del capital y el lucro)

Aparece el problema moral de la acumulación de riqueza sin trabajo

 

Es nuestro deseo que este breve comentario les sirva a los dirigentes para argumentar ante autoridades y personas cuestionadoras del mutualismo y cooperativismo que sus entidades no persiguen fines de lucro.

 

Referencias:

[1] Platón: República; Losada, Buenos Aires, 2007, pág. 179, 369ª y sig.

[2] Íbidem, pág. 273 y sig.; 419ª, 422ª.

[3] Apodo dado a Aristóteles por haber nacido en la ciudad de Estagira en la península Calcídica, sur de Macedonia.

[4] Gide, Charles: El cooperativismo; Intercoop, Buenos Aires, 1974.

Responder

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aqui

Últimas noticias

Formosa: brindaron capacitación sobre nuevas resoluciones del INAES para cooperativas

La Subsecretaría de Economía Social, en conjunto con el Consejo Profesional de Ciencias Económicas, realizó una capacitación sobre las...

Noticias relacionadas