Esta época del año, por el reciente comienzo de las clases en las escuelas, es muy propicia para comenzar la tarea de crear mutuales escolares y teniendo en cuenta las cuestiones sociales que nos preocupan, se hace más necesario que nunca que este tipo de organización se implemente en las escuelas para la mejor formación de los niños y adolescentes.
La escuela imparte conocimientos que, además de la importante contribución cultural, da las bases para que los educandos se preparen para `hacer´ en su vida laboral, pero el Mutualismo Escolar les enseña a `ser´ a través de la práctica de los Valores.
Se trata de una experiencia pedagógica que otorga múltiples beneficios y que forma parte de la escuela. Les aporta a los educandos una muy buena formación humanista porque tiene la orientación de que sean buenos seres humanos al practicar los Principios y Valores del Mutualismo, además de otras importantes cuestiones que coadyuvan a su formación.
Los forma cívicamente al posibilitarles la participación como asociados en la postulación para conducir la entidad; en la elaboración de propuestas; en la elección de autoridades; en los debates y votación en las asambleas o en la dirección o fiscalización de estas organizaciones.
Los orienta y enseña a servir al prójimo en la prestación de servicios y les enseña a trabajar en equipo, siempre acompañados por un docente guía.
A los alumnos que forman parte de una organización de esta naturaleza les permite aprender a respetar las ideas del prójimo; los habilita a participar activamente en la toma de decisiones, en el intercambio de ideas, y fundamentalmente, ese ejercicio les amplía el vocabulario de una manera muy eficaz, ya que tanto para hacer propuestas, para defenderlas, como para debatir acerca de la conveniencia o no de las propuestas de los demás integrantes, los obliga a realizar un ejercicio que indudablemente les enriquece el vocabulario.
Es decir que contribuye a la socialización de una manera muy eficaz, y la formación que adquieren les será muy útil en el desempeño de cualquier actividad en su futuro laboral y en su actuación como miembros de una comunidad organizada.
En cuanto a los servicios y/o actividades, realmente son múltiples, ya que pueden ocuparse de atender el botiquín de la escuela; realizar compras en conjunto para la obtención de mejores precios; organizar actividades culturales como conferencias, para lo que pueden invitar a padres que tengan alguna especialidad de interés para la salud, para la cultura u otras disciplinas; realización de exposiciones; concursos, etc., y también realización de festivales artísticos, o colaborar en la organización de los actos escolares.
Los fines son de carácter pedagógico, psicológico, práctico, sociales, pero siempre de formación ética, moral y mental de los niños.
En cuanto a los recursos que son necesarios, tenemos los Humanos: Grupo de alumnos con inquietudes comunes; el Maestro Guía; el apoyo de la Dirección de la Escuela. Entre los recursos económicos, están las cuotas sociales mensuales; los excedentes anuales de la Mutual; las Donaciones recibidas, etc. Entre los recursos físicos: un lugar dentro de la escuela para reunirse y realizar las tareas administrativas esenciales; material didáctico del tema; bandera nacional y del mutualismo, etc.
En cuanto a los órganos que integran la Mutual Escolar, son iguales a los de las mutuales de adultos, es decir, la Asamblea; el Consejo Directivo y el Órgano Fiscalizador.
Cada mutual, en cada localidad, en cada escuela, puede impulsar la creación de una Mutual Escolar, y de este modo, contribuir de una forma efectiva, eficiente y eficaz, a la mejor formación de los alumnos, pero también a difundir el mutualismo. Porque además, es sabido que los alumnos, en general, lo que aprenden en la escuela, lo llevan a sus hogares, entonces cada uno se transforma en un agente difusor del sistema que trasciende el ámbito escolar.
Y todo esto puede ser complementado con la difusión a través de los distintos medios de comunicación locales como radios, canales de televisión, revistas y diarios, de tal manera de llegar a todos los hogares y a todos los habitantes.
La tarea de difusión puede estar a cargo de un grupo de alumnos que formen parte de la Mutual Escolar, que podría denominarse Comisión de Comunicación, porque además de estar interiorizados del accionar de la entidad, esta tarea les aportará el conocimiento de cómo debe hacerse la comunicación, y los beneficiará con la adquisición de experiencia para vincularse con personas ajenas a la escuela y a sus hogares, lo que sin duda redundará en un mayor enriquecimiento de sus condiciones personales.
Podemos afirmar sin ninguna duda que una Mutual Escolar es un ámbito de formación personal de cada uno de sus integrantes que les otorga innumerables beneficios.
Se puede obtener información específica en el sitio de Internet de la Fundación UICE a cuyos integrantes felicitamos y agradecemos por la importante labor que realizan: http://www.fundacionuice.org.ar/mutuales.php#concepto.
